martes, 17 de abril de 2012

España oficialmente en Recesión (de nuevo).

España volvió a la recesión en los primeros tres meses de 2012 al encadenar dos trimestres consecutivos de contracción del Producto Interior Bruto (PIB) en medio de una fuerte sacudida financiera desatada por la crisis de la deuda soberana europea, indicó el gobernador del Banco de España.

  
"Este perfil (de contracción del cuarto trimestre de 2011) ha continuado en los primeros meses de este año por lo que la economía española se encuentra ya en recesión", dijo Miguel Ángel Fernández-Ordóñez en una comparecencia en el Congreso.

"La crisis de la deuda soberana en Europa, lejos de resolverse, adquirió una nueva dimensión el verano (boreal) del pasado año, cuando las tensiones se extendieron a la deuda de algunos Estados miembros con fundamentos económicos más sólidos", dijo.

El Gobierno ya había adelantado por boca del ministro de Economía, Luis de Guindos, que el primer trimestre de 2012 sería "igual de malo" que el cuarto de 2011, cuando la economía se contrajo tres décimas en tasa intertrimestral.

El Gobierno estima que la economía doméstica experimentará en el conjunto de este año una contracción de su PIB del 1.7%, mientras que la estimación del Banco de España es de una caída del 1.5%.

Fernández-Ordóñez agregó que las exportaciones, uno de los pocos motores que le queda a la economía española tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, podría ser el único componente del PIB que contribuya al crecimiento en 2012.

"Las perspectivas para el año 2012 no son favorables y continúan sujetas a elevados grados de incertidumbre (...) la economía española se encuentra inmersa en un proceso de ajuste macroeconómico cuyas perspectivas de crecimiento descansan en el sector exterior", indicó el jefe del banco central español.
Fernández-Ordóñez sostuvo además que las duras medidas de ajuste fiscal tomadas por el Gobierno de Mariano Rajoy para cumplir los compromisos de reducción de déficit impuestos por Bruselas tendrán efectos negativos en la actividad económica a corto plazo, pese a considerarlas imprescindibles.

"Un fracaso en la consolidación fiscal nos arrastraría hacia escenarios de mayor contracción y pérdida de empleo y bienestar", agregó.

El macizo ajuste requerido este año, que supone rebajar el déficit público del 8.5% de 2011 al 5.3%, exige recurrir a todos los instrumentos disponibles incluyendo impuestos, añadió Fernández-Ordóñez, quien no descartó que las alzas temporales de impuestos deban ser seguidas por medidas tributarias de carácter permanente.

Saneamiento bancario
En referencia a uno de los aspectos que más preocupan a los mercados, el responsable del Banco de España dijo que el proceso de saneamiento del sistema financiero doméstico está en permanente actualización.

"El proceso de saneamiento, reestructuración y recapitalización del sistema crediticio español no ha perdido impulso alguno", aseguró Fernández-Ordóñez.

Sobre esta materia, recordó que en los primeros meses de 2012 ha tenido lugar una profundización del mismo para adaptarlo al dinamismo de la realidad marcada por un creciente deterioro de las condiciones económicas y de financiación.

En referencia a la reforma laboral abordada recientemente por el Ejecutivo, Fernández-Ordóñez señaló que así se genera una asignación más eficiente de los recursos productivos disponibles, pero advirtió que sus efectos no llegarán en el muy corto plazo.

"No se puede descartar que algunos de los efectos de esta reforma no se vislumbren de forma inmediata y que, en el horizonte de debilidad de la actividad y de perspectivas inciertas en el que se desenvuelve la economía española, podría tener lugar algún ajuste adicional en el nivel de empleo", dijo. 

cnnenexpansion.com

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