jueves, 3 de enero de 2013

Mercosur se erige como la quinta economía del mundo en 2012


El Mercado Común del Sur (Mercosur) consolidó este 2012 su estructura y base con la incorporación plena de Venezuela y se erige hoy como la quinta economía del mundo con un Producto Interno Bruto de 3,3 billones de dólares y el 20 por ciento de las reservas probadas de petróleo.

Con más de 311 mil 865 millones de barriles de crudo en reservas certificadas por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el Mercosur pasó a dominar una de las mayores provisiones de este combustible en el planeta.

Venezuela aparece con 296 mil 500 millones de barriles, seguida de Brasil, con 12 mil 860 millones y Argentina, con dos mil 505 millones, lo cual confirma la solidez de esta asociación regional.

Creado en 1991, el bloque transformó sus fronteras y ahora se extienden desde la Patagonia hasta el Caribe, lo cual representa un suspirado mercado de 275 millones de personas en un territorio de 12,8 millones de kilómetros cuadrados, el 72 por ciento de Sudamérica.

Además del petróleo, el Mercosur cuenta con grandes reservas comprobadas de gas natural al acumular más de 6,2 billones de metros cúbicos, de las cuales el 88,7 por ciento (5,5 billones de metros cúbicos) pertenecen a Venezuela.

Argentina aparece con 378 mil 800 millones y Brasil con 336 mil 400 millones. De concretarse al final del 2013 el ingreso de Bolivia, este próspero grupo sumaría otros 360 mil millones de metros cúbicos de gas natural.

En el espacio territorial de este bloque se concentran igualmente las dos terceras partes de la reserva de agua dulce del planeta, según estadísticas brasileñas.

Estos codiciados recursos vigorizan a tal mecanismo de integración, cuyos objetivos y propósito parecen retomar un nuevo rumbo que, sin despegarse de lo comercial, se inclinan por tornar la cooperación entre sus socios en un instrumento de la unión regional.

La presidencia pro tempore brasileña, concluida en la cumbre del 7 de diciembre último, abrió sus puertas además a Bolivia y Ecuador para que se integren al grupo, que mantiene suspendido a Paraguay desde junio pasado, luego de la amañada destitución del presidente Fernando Lugo

Medios políticos de Brasil llaman la atención de que después de la sanción aplicada al gobierno impuesto en Asunción, traslucieran con fuerza voces que hablan de inclusión y de libre circulación de personas y movilidad académica dentro del Mercado Común del Sur.

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, corroboró que durante la jefatura pro tempore del bloque se avanzó hacia nuevos mercados y Bolivia firmó el documento de adhesión, que establece un período de un año para concretar su entrada a este amplio mercado.

Guyana y Surinam solicitaron asimismo su alistamiento al bloque como asociados, para sumarse al conjunto de naciones con este estatus: Bolivia, Ecuador, Chile, Colombia y Perú.

El gobierno ecuatoriano anunció asimismo que evalúa los pro y contra que representarían para su economía el ingreso a esta asociación.

Según el presidente Rafael Correa, les “sobra voluntad”, pero la decisión adoptada por ese país en la década de los 90, de asumir el dólar estadounidense como moneda, los privó de contar con una divisa nacional.

Tenemos que reflexionar mucho sobre las oportunidades y riesgos para aceptar los acuerdos”, “ver el efecto y saber los costos prácticos económicos de ingresar al bloque y conversarlos con franqueza con Mercosur”, aseveró.

Al cierre de 2012, Mercosur ratificó la suspensión de Paraguay y decidió “seguir examinando la situación”, pero “sin alterar” la sanción impuesta a esa nación en junio pasado, tras la destitución del entonces presidente Fernando Lugo.

El ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota, explicó que el bloque actuará “de la mano” con la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que también sancionó a Paraguay y su retorno está condicionado a la celebración de elecciones generales en ese territorio.

Para Brasil, los pasos dados este año denotan que América Latina hace la diferencia, con el fortalecimiento del Mercosur y el afianzamiento político de la Unasur, en medio de una crisis económica mundial que mantiene en jaque a Europa.

Los propósitos anunciados por el grupo se encaminan a aplicar medidas que reduzcan la pobreza y garanticen una mejor distribución de las riquezas.

Para Uruguay, que se encargará en el primer semestre de 2013 de la presidencia del Mercosur, está presente el desafío de aprovechar el poder acumulado para promover un amplio intercambio regional, y que incorpore de lleno a la sociedad y ofrezca resultados en beneficio de los ciudadanos.

vtv.gob.ve

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