martes, 21 de mayo de 2013

Japon y la Abeconomía: endeudamiento, devaluación e inflación contra la crisis


El mayor reto de la fórmula económica implantada en Japón por el presidente Shinzo Abe, consiste en revertir la tendencia que ha llevado al país a acumular 15 años de deflación. Las medidas se configuran bajo la denominación de “Abeconomía” o estrategia de “Las tres flechas”, como el propio presidente ha denominado.
De momento está logrando unos resultados que sorprenden a la comunidad internacional, al hacer que desde el cuarto trimestre de 2012 su PIB haya seguido creciendo, mientras la mayoría de países han seguido encadenando caídas más o menos moderadas. ¿Dónde está el secreto?
Una política ambiciosa
La caída de la demanda interna ha mantenido aletargado al país del sol naciente durante años, pero la determinación de volver a recuperar el esplendor logrado desde la refundación del sistema realizada tras la segunda Guerra Mundial hasta comienzos de los años 90, podría convertirse en el segundo “milagro” vivido en la zona.
El camino para lograrlo se define por un antiguo proverbio japonés: si cogemos una flecha con la mano y tratamos de doblarla, veremos que no ofrece gran resistencia antes de romperse, pero si agarramos varias al mismo tiempo será prácticamente imposible doblar alguna de ellas. En otras palabras, la fortaleza de un país se debe basar en las políticas integrales y en una reestructuración profunda.
En el caso de la economía hablamos de tres flechas muy concretas: fomentar la inflación mediante la acción del Banco Central de Japón, aumentar el gasto público e implantar iniciativas que promuevan el empleo y la inversión. Todas contienen algunas medidas solicitadas por muchas voces en el seno de Europa.
Primera flecha
La primera flecha ha puesto en circulación una gran cantidad de yenes, lo cual aplasta las tasas de interés y estimula el consumo interno, aumentando los precios como consecuencia.
Con la ayuda del gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, se espera que la subida llegue a ser de dos puntos para revertir el largo periodo deflacionista del país, aunque de momento no se ha llegado a este ambicioso objetivo.
Por otro lado, la inyección masiva de yenes ya ha producido la devaluación de la moneda en torno al 20%, lo cual aumenta la competitividad del país y fomenta sus exportaciones, ya bastante relevantes. Sin duda, tener el control sobre su moneda puede ser una ventaja decisiva, aunque cabe la posibilidad de que otras economías sigan el mismo camino y se inicie una competencia feroz.
Segunda flecha
La segunda flecha es posiblemente la más controvertida, ya que supone aumentar el endeudamiento del país mediante una fuerte inversión pública, lo cual podría llevarles a un extremo insostenible. Hay que destacar que actualmente la deuda supone un 230% de su PIB, un índice mucho mayor al de países como Grecia (175%), pese a lo cual han estado pagando la tasa de interés a diez años más baja del mundo (menor al 1% e incluso negativa).
Esto ha sido posible gracias a que la fortaleza del Yen y la continua deflación interna han producido un cóctel muy jugoso, al hacer que el tipo interés de los bonos japoneses fuera más alto que su tasa nominal. Ahora bien, al lanzar la primera flecha todo esto se puede tambalear, ya que al debilitarse el yen y al fomentarse la inflación, los inversores exigirán mayores tipos de interés, lo cual encarecerá el endeudamiento del país y podría hacer que la segunda flecha no diera en la diana.
Es una jugada arriesgada, sin duda, aunque por ello se plantea dentro de una estrategia global donde todas las flechas son importantes. El gasto público puede dirigirse a obras públicas, servicios públicos, etc… y se estudia como un punto esencial para reactivar la economía pese al riesgo comentado.
Tercera flecha
La tercera flecha va dirigida al empleo y es el punto en el que actualmente se concentran más esfuerzos. Se pretenden aumentar los salarios para fomentar el errático consumo interno, así como mejorar las políticas de inversión que permitan la creación de puestos de trabajo, la mejor introducción de las mujeres al mercado laboral, la mejora de la productividad, la reactivación de centrales nucleares y que fomenten la inmigración.
Todas estas medidas se resumen en una palabra difícil de leer sin escepticismo en esta época: “crecimiento”. De momento no han calado profundamente en la economía real, pero el país si ha comenzado a experimentar una recuperación del PIB y de la confianza que muchos observan con expectación.
Son tres flechas que, según Abe, son indestructibles cuando están juntas en nuestra mano, pero ahora quedará descubrir si seguirán estando juntas cuando lleguen a la diana. Hará falta muy buena puntería.
Como hemos visto, la Abeconomía trata de solucionar un caso muy específico como el de Japón y es difícil de extrapolar, sobretodo a Europa donde los países miembros carecen de la independencia necesaria para elegir con qué flechas se enfrentan a esta guerra llamada crisis.

German Rodríguez Udiz
http://www.actibva.com/magazine/economia/abeconomia-endeudamiento-devaluacion-e-inflacion-contra-la-crisis activbbva magazine

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