Disfruten la calma mientras dure. La tormenta que ha estado azotando a los mercados financieros durante la última semana aún no ha terminado.
Lo que ha sucedido es que una combinación de palabras reconfortantes de una serie de importantes funcionarios de bancos centrales y decepcionantes cifras de crecimiento desde Estados Unidos han ayudado a calmar las cosas por el momento.
Las expectativas de una finalización anticipada del programa de compras de bonos de la Fed han cedido y por ahora los inversionistas han vuelto de puntillas por ahora a los mercados más riesgosos.
Pero la tormenta regresará en un instante cuando los datos de EE.UU. vuelvan a superar expectativas y se reanuden los comentarios sobre el retiro del estímulo de la Fed.
Desde que se inició la tormenta, que impulsó una escalada tanto de los rendimientos de los títulos del Tesoro de EE.UU. como del dólar, y que ejerció presión a los mercados emergentes y a los países endeudados de la zona euro, los funcionarios de bancos centrales han tratado de calmar las aguas.
En EE.UU., incluso los miembros de la Fed que tienen una postura más restrictiva se afanaron en convencer a los inversionistas de que cualquier retiro del estímulo estaba muy lejos y que los niveles de liquidez mundial estaban seguros por ahora.
En Europa, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, también salió rápidamente a desestimar cualquier sugerencia de que la política monetaria de la zona euro no sería más que expansiva para un futuro cercano.
Incluso en China, donde las tasas del mercado han subido abruptamente en los últimos días, el Banco Popular de China ayudó a calmar las tensiones proporcionando la liquidez establecida como meta para algunos bancos.
La calma en los mercados financieros finalmente se restituyó por la noticia del miércoles acerca de que el crecimiento de EE.UU. en el primer trimestre no fue para nada tan fuerte como se esperaba; el aumento de la cifra del producto interno bruto se revisó a la baja a 1,8% desde 2,4%.
En los últimos dos días, los mercados emergentes se han recuperado, los rendimientos de las notas a 10 años del Tesoro de EE.UU. han retrocedido nuevamente a 2,53%, desde un máximo de 2,65%, y el abrupto aumento registrado en los costos de financiamiento de los países deudores de la zona euro ha comenzado a revertirse.
No obstante, este retorno a la normalidad podría ser breve.
Puede que le esté dando a los inversionistas la oportunidad de reducir posiciones más extremas —que se incrementaron con los temores del retiro del estímulo—, pero cualquier reanudación de estas preocupaciones suscitará otra estampida hacia los refugios.
Y pese a esas cifras del PIB de EE.UU., se volverá a hablar del retiro del estímulo.
Como han destacado muchos analistas, puede que el crecimiento del primer trimestre haya sido decepcionante, pero a punto de terminar el segundo trimestre, la mayoría de los datos apunta a que la recuperación de EE.UU. está bien encaminada.
Es posible que a medida que se publiquen en los próximos días datos económicos sólidos de EE.UU., que brinden pruebas adicionales de la recuperación, los inversionistas volverán a preocuparse por el retiro anticipado del estímulo.
Ahí es cuando se acabará la calma, y el regreso a los refugios —y por lo tanto al dólar— comenzará nuevamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario