lunes, 16 de septiembre de 2013

La FED podría recortar programa de estímulo sin causar dolor en Wall Street


Meses de espera y anticipación podrían terminar la próxima semana cuando la Reserva Federal diga finalmente si comenzará a recortar su programa de estímulo a la economía, que ha inundado los mercados financieros con unos 2,75 billones de dólares en los últimos cinco años.

Pero ante tantas preocupaciones porque la presencia disminuida de un comprador de activos tan grande podría ser calamitosa para los inversores, parece que los mercados de acciones y de bonosestán preparados para tomarse la decisión de la Fed con calma.

La Fed ha ido anunciando telegráficamente sus intenciones de recortar las compras mensuales debonos por 85.000 millones de dólares en la reunión de dos días que culminará el miércoles.

El tamaño del recorte y lo que el presidente de la Fed, Ben Bernanke, podría decir en su conferencia de prensa son claves, pero el mensaje continuo de los últimos dos meses hace pensar que la semana próxima probablemente no veamos una carnicería en los mercados.

Indicadores claves de volatilidad y de posicionamiento en futuros muestran que no hay mucho miedo. El índice de volatilidad CBOE, el indicador favorito del mercado para medir la ansiedad de Wall Street, estuvo en torno a 14 el viernes, un nivel asociado con mercados en calma.

La Fed ha dicho que comenzaría a terminar su programa si confía en que la economía está mejorando, particularmente si la tasa de desempleo está bajando. Si posterga su decisión, podría estar indicando que teme un crecimiento económico anémico sin la ayuda de su programa de estímulo.

Los últimos datos económicos han sido dispares, y tanto el empleo en agosto como las ventas minoristas han incumplido las expectativas. La confianza de los consumidores ha caído en parte debido a un alza de las tasas de interés.

Eso llevó a los analistas a hacer pronósticos modestos sobre la magnitud del recorte del programa. Una encuesta de Reuters mostró que el consenso es que el recorte sea de 10.000 millones de dólares, menos que lo estimado anteriormente.

Sin embargo, la baja volatilidad actual significa que la Fed se arriesga a asustar a los mercados si se mueve demasiado rápido o sorprende con sus intenciones. En mayo, luego de que Bernanke habló acerca de una posible desaceleración del estímulo este año, el índice S&P 500 cayó un 7,5 por ciento.

Es improbable que el índice tenga un descenso similar la semana próxima ante alguna sorpresa, y muchos analistas citan al promedio móvil de 50 días como nivel de soporte. Actualmente, el índice está un 0,7 por ciento por encima de ese nivel.

REDUCIENDO RIESGO

Sin embargo, los inversores se han estado moviendo para reducir riesgos antes de un anuncio tan importante. Michael Mullaney, que supervisa 10.700 millones de dólares como presidente de inversión de Fiduciary Trust Co en Boston, dijo que su firma se ha movido con cautela por la incertidumbre.

"No queremos ser agresivos por un tiempo; hay demasiadas incertidumbres que debemos superar antes de tomar más riesgos", expresó, mencionando también cuestiones estacionales y la política presupuestaria del Gobierno como temas pendientes.

Los sectores atados al ritmo de crecimiento económico han estado entre los mayores beneficiarios de la política de la Fed, y tanto el financiero como el de consumo discrecional han subido más de un 20 por ciento este año, superando el avance del 18 del S&P 500 en el mismo lapso. Cualquier sorpresa de la Fed podría golpearlos con fuerza.

"Aquellos grupos económicamente sensibles serían los de mayor retroceso, y el de vivienda está al tope de toda lista de sectores más vulnerable", dijo Leo Grohowski, presidente de inversión de BNY Mellon Wealth Management en Nueva York.

reuters

No hay comentarios: