El polvorín griego sigue dinamitando con fuerza a las bolsas europeas, que han abierto hoy con más números rojos y la sensación de que no hay descanso para la hemorragia bajista. Entre los selectivos más tocados está el Ibex, que se deja algo más del 1% demostrando que está en la órbita de quienes quieren hacer negocio a costa de la tragedia helena.
La incertidumbre es tan elevada que muchos inversores dudan incluso de que el dinero europeo y del FMI llegue a tiempo para evitar la quiebra. La fecha límite es el 19 de mayo, pero hasta que no pasen las elecciones en Alemania el día 9 del mismo mes, es previsible que no haya novedades sustanciales. Para ello queda una semana larga, tiempo más que suficiente como para que los grandes especuladores den la puntilla a Grecia.
Como muestra de cómo están los ánimos, el bono griego a dos años supera el 20% y su diferencial con el alemán los 2.000 puntos básicos, cuando a mediados de este mes estaba en los 650 puntos. Y el diferencial de la deuda a diez años se va también por encima de los 750 puntos. Con tales niveles de especulación, es prácticamente imposible que Grecia obtenga dinero en los mercados, por lo que depende de una ayuda que no termina de llegar.
Conscientes de las dificultades,el FMI se estaría planteando extender el dinero aprobado para Grecia hasta los 25.000 millones de euros, a sabiendas de que una quiebra pondría en peligro cerca de 200.000 millones de euros que están en manos de los acreedores griegos. La otra variable de esta ecuación envenenada es el riesgo de extensión al resto de economías periféricas. Y aquí es donde sufre España.
Según apuntan los analistas de Link Securities, si la crisis de confianza traspasar los Pirineos, “la zona euro afrontaría un reto muy complicado que pondría en entredicho, incluso, la viabilidad de la moneda única”. Por ello consideran que el plan de rescate griego tiene que venir de manera inmediata, antes de que la situación se deteriore aún más. De momento, el mercado también hace sangre con España y el diferencial con el bono alemán a diez años se aproxima a los 120 puntos, niveles próximos a los alcanzados en marzo del año pasado.
En medio de este desastre, el euro sigue sufriendo el castigo sin piedad de los inversores y pierde las 1,32 unidades contra el dólar. Y los mercados de deuda siguen totalmente descontrolados, el diferencial del bono español con el alemán salta por encima de los 120 puntos y está muy cerca de superar el máximo histórico de 128 puntos alcanzado en marzo del años pasado, cuando S&P le quitó a España la triple A.
Posición del FMI
La ausencia de política económica coordinada es soportable en periodo de calma pero no en periodo de crisis", subrayó en una entrevista publicada hoy por el diario francés "La Tribune" Strauss-Kahn, tras constatar que la realidad da la "razón" a los que durante diez años han dicho que el euro sólo se ha hecho a medias.
Aunque reconoció que como conjunto la zona euro no es responsable de los desequilibrios financieros globales -que atribuyó a China y a Estados Unidos- puntualizó que en su interior "hay desequilibrios importantes".
Y estimó que "una política coordinada dentro de la zona euro podría alentar un consumo más fuerte en Alemania", país al que la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, reprochó llevar a cabo una política de incitación de excedentes comerciales, a costa del déficit exterior de otros países de la moneda única que le compran sus productos porque favorecen el consumo.
Strauss-Kahn reiteró su diagnóstico de que si no se ayuda a los griegos en la crisis de la deuda, la situación va a ser "insostenible".
"No digo que si les ayudamos será fácil (...). Pero no hay otra solución" ya que "Grecia está en una situación presupuestaria difícil. Su economía sufre de falta de competitividad", argumentó.
Estimó que el nivel de deuda de Grecia subirá hasta el 120 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB) en 2015, 40 puntos porcentuales más que al inicio de la crisis, y señaló que "sólo" la décima parte de ese diferencial es el gasto hecho en el plan de reactivación de la economía: "el resto se explica esencialmente por el hundimiento de los ingresos fiscales y dispositivos como el subsidio de paro".
Insistió en que el FMI "no impone nada" cuando interviene como ahora le ha pedido Grecia, sino que aporta fondos para un periodo de transición a cambio de que el país se comprometa a solucionar sus problemas: "es el Gobierno soberano el que decide las medidas concretas. Nosotros ponemos el marco general para recuperar la salud".
Por otro lado, el director gerente del fondo denunció el comportamiento de "ciertos actores del sistema financiero que hacen como si no hubiera pasado nada y vuelven a sus prácticas de antes" de la crisis, en particular en lo que se refiere a las remuneraciones de los directivos y las primas.
Por eso defendió su idea de una tasa bancaria para alimentar los fondos de salvamento en el futuro, "una especie de seguro que permita al sistema financiero restablecerse en caso de crisis".
A ese respecto, dijo que no está "del todo seguro" que teniendo en cuenta la citada actitud de ciertas entidades se lograría una movilización como la que evitó el hundimiento del sistema en caso de que en los próximos años se reprodujera otra crisis. EFE
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