Wall Street abrió hoy sin un rumbo claro un día después de haber acumulado cuatro días a la baja y el Dow Jones de Industriales cedía el 0,12 % a la espera del inicio de la temporada de difusión de resultados en EE.UU. tras el cierre de la sesión y presionado por las pérdidas de las bolsas europeas.
Media hora después del inicio de la sesión, la principal referencia del parqué neoyorquino restaba 15,52 puntos para colocarse en 12.914,07 unidades, con lo que se alejaba más de la simbólica cota de los 13.000 puntos que perdió la víspera por primera vez en casi un mes.
Por otra parte, el selectivo S&P 500 retrocedía un marginal 0,04 % (0,58 puntos), hasta 1.381,62, mientras que el índice compuesto del mercado Nasdaq subía el 0,17 % (5,21 puntos), hasta 3.052,29, impulsado este último por el avance de Apple (0,95 %), que se acercaba así a una capitalización bursátil de 600.000 millones de dólares.
El parqué neoyorquino registraba esa indecisión un día después de que Wall Street reaccionase con caídas superiores al punto porcentual a los datos sobre creación de empleo en Estados Unidos el mes pasado, que quedaron por debajo de los pronósticos de los analistas.
De esta forma, el Dow Jones se dejó el lunes el 1 % y el selectivo S&P 500 retrocedió el 1,14 %, con lo que ambos encadenaron cuatro sesiones de números rojos, al tiempo que el Nasdaq perdió el 1,08 %.
En la falta de tendencia de esta segunda jornada de la semana tenía mucho que ver el nerviosismo con el que se espera al inminente inicio de la temporada de difusión de resultados empresariales en EE.UU., que como cada trimestre arrancará después del cierre de esta sesión de la mano del productor de aluminio Alcoa (-0,94 %).
Wall Street se veía presionado a la baja por las principales bolsas europeas, que después de haber permanecido cerradas por el Lunes de Pascua registraban a esta hora fuertes pérdidas encabezadas por Milán (-2,88 %), Madrid (-1,75 %) y París (-1,67 %).
Sin embargo, las pérdidas se veían moderadas después de conocerse que China retornó en marzo a la senda del superávit con una balanza comercial mensual positiva en 5.350 millones de dólares, después de que el mayor exportador mundial registrara un fuerte déficit en febrero.
Un mayor número de integrantes del Dow Jones se colocaba a esta hora en terreno negativo, liderados por el ya mencionado retroceso de Alcoa y seguidos por las petroleras Exxon (-0,85 %) y Chevron (-0,72 %), el conglomerado General Electric (-0,73 %) y el grupo industrial United Technologies (-0,51 %).
El lado de las ganancias de ese índice lo capitaneaban la farmacéutica Pfizer (1,68 %), la tecnológica Hewlett-Packard (1,25 %), Bank of America (1,01 %) y American Express (0,52 %).
Mientras tanto, en el mercado Nasdaq ascendían las tecnológicas Dell (2,64 %), Research In Motion (0,92 %), Amazon (0,51 %) y Google (0,33 %), entre muchas otras.
Por otro lado, la cadena de tiendas de artículos electrónicos Best Buy subía el 2,34 % después de conocerse que su consejero delegado, Brian Dunn, ha renunciado a ese puesto.
En otros mercados, el petróleo subía a 102,68 dólares por barril, el oro ascendía a 1.644,1 dólares la onza, el dólar ganaba terreno frente al euro (que se cambiaba por 1,3093 dólares) y la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a diez años retrocedía al 2,02 %.
A prepararse para temporada de Resultados.
Los analistas han rebajado sus expectativas tanto para el primer trimestre como para el conjunto del ejercicio. Ahora esperan que los beneficios registren un crecimiento por debajo de la media del 0,95% interanual en el primer trimestre.
Si se confirma, sería la tasa más baja desde el final de la crisis financiera, y muy por debajo de las previsiones de un 4,5% que existían a principios de enero, según S&P Capital IQ. Y tan sólo en septiembre del año pasado, los analistas esperaban un crecimiento del 10%. Por comparar, los resultados del S&P 500 crecieron el 8,4% en el cuarto trimestre y el 18% en el tercero.
Con estos temores intensificándose, los resultados que conoceremos en las próximas semanas probablemente no van a dar muchas alegrías a los inversores. No obstante, la historia sugiere que no todo tiene por qué ser tan malo. La bolsa ha conseguido a veces subir con las estimaciones de beneficios bajando. Algunos alcistas sostienen que incluso un primer trimestre débil no será suficiente para detener la subida del mercado si los inversores consideran la ralentización de los resultados como una pausa saludable.
A su juicio, la bolsa en su conjunto todavía estará relativamente barata después de los decepcionantes resultados del primer trimestre. Y lo que es más, las expectativas para el primer trimestre son bastante bajas, lo que significa que la probabilidad de ver sorpresas positivas es mayor que en trimestres anteriores.
La gran cuestión pueden ser las previsiones (guidance) de las empresas para el resto del año, que suele ser un indicador adelantado de las revisiones de estimaciones. Desgraciadamente, no parece muy alentador en las últimas semanas. Según los analistas, las empresas están revisando sus estimaciones a la baja a una tasa de más del doble de las revisiones al alza. Y el número de empresas que dio previsiones el mes pasado fue el segundo más bajo desde el año 2000.
EFE
ELECOMISTA.ES
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