Dos de los índices de referencia de Wall Street, el selectivo S&P 500 y el tecnológico Nasdaq, cerraron hoy su peor semana del año arrastrados por los desalentadores datos de creación de empleo en Estados Unidos el mes pasado, que pusieron en entredicho la fortaleza de la recuperación económica.
El S&P 500 se dejó este viernes el 1,61%, con lo que acumuló una caída semanal del 2,44%, mientras que el índice compuesto del mercado Nasdaq vivió su mayor descenso diario del año -del 2,25 %- para acabar su peor semana con una bajada del 3,68%.
Por su parte, el Dow Jones de Industriales, la principal referencia del parqué neoyorquino, también se vistió hoy de rojo desde el primer minuto de las contrataciones y cerró con un descenso del 1,27 % hasta las 13.038,27 unidades, pero no registró su peor semana del año pese a acumular un descenso del 1,43 %.
Los inversores neoyorquinos recibieron como un jarro de agua fría el esperado informe sobre creación de empleo en abril, que confirmó que el mercado laboral ralentiza su expansión al añadir 115.000 puestos de trabajo en abril, la menor ganancia en medio año y lejos de los 160.000 pronosticados por los analistas.
Esa leve ganancia permitió que el índice de desempleo se redujese en una décima, hasta el 8,1 %, lo que supone el nivel más bajo desde enero de 2009, pero los inversores no se dejaron impresionar por ese dato, puesto que se debe principalmente a que hay menos personas que buscaron activamente un trabajo.
Los datos golpearon con fuerza el optimismo que había reinado entre los inversores neoyorquinos en el arranque del año, construido principalmente a base de ganancias mensuales de empleo superiores a los 200.000 puestos de trabajo que habían sido vistas como una señal de recuperación económica.
Pero con esos datos en la mano, Wall Street ya no está tan confiado sobre la evolución de la mayor economía mundial, a lo que se unen las persistentes dudas sobre la situación de la zona euro en un día en el que se conoció que la actividad del sector servicios en esa región retrocedió en abril.
A todo ello se une el miedo entre los inversores neoyorquinos por la posible inestabilidad política que podría surgir de las elecciones generales que tendrán lugar este fin de semana tanto en Francia como en Grecia y mientras el Banco Central Europeo sigue sin dar señales de que vaya a tomar medidas de estímulo monetario.
Ante ese panorama, la mayor parte de las plazas del Viejo Continente cerraron la jornada con fuertes descensos: Fráncfort perdió el 1,99 %, Londres el 1,93 %, París el 1,9 % y Milán el 1,41 %, aunque Madrid se salvó con un ascenso del 0,35 %.
Los desalentadores datos sobre el mercado laboral estadounidense tuvieron un especial impacto sobre la cotización del crudo de Texas, que registró su mayor caída del año -del 3,94 %- y perdió la simbólica cota de los 100 dólares por barril por primera vez desde febrero pasado al colocarse en 98,49 dólares.
La caída del crudo golpeó particularmente al sector energético de Wall Street, que se dejó el 2,14 % en su conjunto, con fuertes descensos entre las petroleras que forman parte del Dow Jones: Chevron (-2,14 %) y Exxon Mobil (-1,26 %).
La temporada de resultados empresariales fue más bien discreta esta jornada, por lo que no pudo traer noticias alentadoras para cambiar el rumbo de la jornada, aunque los inversores sí que siguieron celebrando hoy las cuentas que presentó LinkedIn la víspera con una subida superior al 7 %.
La red social para profesionales duplicó sus beneficios hasta los 5 millones de dólares en el primer trimestre y anunció la compra de la web SlideShare por 118,8 millones de dólares, lo que generó inclusive más expectativas para la esperada salida a bolsa de Facebook a mediados de mes.
La próxima semana se conocerán las cuentas de importantes firmas como Walt Disney, Cisco Systems o News Corporation, así como otros datos macroeconómicos para tomar el pulso a la economía estadounidense, como los datos preliminares de la Universidad de Michigan sobre la confianza de los consumidores.
AFP
REUTERS
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