Los votantes griegos, airados por las penurias económicas, dieron la espalda a los partidos tradicionales de gobierno en las elecciones del domingo, poniendo en peligro el futuro del país en la zona euro, según una estimación preliminar del Ministerio del Interior.
La estimación, que confirma un patrón en los sondeos a boca de urna, indica que los dos partidos que respaldan el rescate de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que evita la bancarrota de Grecia, tendrían problemas para formar una coalición de Gobierno funcional.
Los números se basan en una muestra representativa de aproximadamente el 12% de los colegios electorales del país, y muestran que el conservador Nueva Democracia y el socialista PASOK, que han dominado Grecia durante décadas, fueron duramente castigados por los votantes y obtuvieron un máximo del 33% de los sufragios.
Eso les daría, en el mejor de los casos, una mayoría parlamentaria de un escaño, considerada como demasiado frágil para durar.
El una vez poderoso PASOK parecía encaminarse a un tercer puesto, desplazado por el partido contrario al rescate Coalición de Izquierda, en una contundente votación en contra de las políticas de austeridad que han causado profundas dificultades en una de las peores recesiones de la Europa de posguerra.
Los datos preliminares sitúan el apoyo a Nueva Democracia en el 19,2%, el de Coalición de Izquierda en 16,3% y el de PASOK en un humillante 13,6%. En las elecciones anteriores, los socialistas obtuvieron una victoria aplastante con un 44%, y la Coalición de Izquierda registró un 5%.
"Ya no puedo soportarlo, vivir como mendigos en nuestro propio país. La Coalición de Izquierda puede sacudirles y despertarles", dijo Kate Savvidou, una pensionista de 65 años que abandonó al PASOK.
En otro indicio de la extensión del descontento ciudadano, el grupo de extrema derecha Amanecer Dorado obtuvo un 7% de los votos, un resultado sin precedentes. Eso permitiría la entrada de un partido de esa corriente en el Parlamento por primera vez desde la caída de la dictadura militar en 1974.
Los primeros resultados oficiales, basados en el 15% de los sufragios, mostraban a Nueva Democracia con un 21% de respaldo, Coalición de Izquierda con un 15,2% y PASOK con un 14,7%.
El líder del PASOK, Evangelos Venizelos, dijo que su partido había pagado el precio por su gestión de la crisis económica y pidió un Gobierno de unidad nacional partidario del rescate.
Analistas señalan que es muy improbable que los partidos contrarios al rescate, que vienen de los extremos de izquierda y derecha, se unan aunque puedan reunir una mayoría parlamentaria.
Si se confirman los resultados, las elecciones podrían arrojar a Grecia en una nueva inestabilidad política, reiniciando una crisis de deuda de la eurozona detonada en Atenas en 2009, e iniciando un camino que podría dejar al país fuera de la zona euro.
Varios analistas dijeron que esta fragmentación sin precedentes podría forzar nuevas elecciones.
"Si los sondeos a boca de urna se comprueban, estamos ante días o semanas de inestabilidad e incertidumbre. Bien podemos tener una repetición de elecciones", dijo Blanka Kolenikova, de His Global Insight.
Una fuente de Nueva Democracia indicó que el partido no pediría nuevas elecciones si termina como el grupo más votado.
Los sondeos a boca de urna mostraron que los griegos, furiosos por el desempleo récord, el colapso de empresas y drásticos recortes salariales, han ignorado las advertencias de que una votación contra los duros términos del rescate podría llevar a Grecia a la bancarrota.
Othon Anastasakis, director de estudios del sudeste europeo en la Universidad de Oxford, dijo a Reuters: "Los griegos han enviado un mensaje muy fuerte al extranjero, que es basta de austeridad".
AmericaEconomía
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