Wall Street volvió a cerrar hoy sin un rumbo claro en una nueva jornada en la que los inversores estuvieron muy pendientes de cada noticia procedente de Europa y en la que los datos macroeconómicos difundidos en Estados Unidos no brillaron lo suficiente como para levantar la jornada.
Como se ha convertido ya en tradición esta semana, la tendencia en el parqué neoyorquino cambió totalmente en el último tramo de las contrataciones debido a la reacción a unas nuevas declaraciones procedentes del otro lado del Atlántico, que en esta ocasión salieron de la boca del primer ministro de Italia, Mario Monti.
El dirigente italiano aseguró que la "mayoría" de los países de la Unión Europea respaldan la emisión de deuda conjunta en Europa, los llamados eurobonos, unas palabras a las que se aferró Wall Street para dejar atrás los números rojos que habían predominado todo el día.
Así, el Dow Jones se desvistió de ese rojo y terminó finalmente con una subida del 0,27 % ó 33,6 puntos, con lo que se colocó en las 12.529,75 unidades, en tanto que el selectivo S&P 500 ganó el 0,14 %.
En cambio, el índice compuesto del mercado Nasdaq no pudo deshacerse de sus pérdidas y terminó el día con un retroceso del 0,38 %.
El debate sobre la conveniencia de adoptar los eurobonos como una medida para salir del atolladero en el que se encuentra la zona euro ya había protagonizado el arranque de la cumbre informal de líderes europeos de Bruselas, donde el presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, dejaron muy claras sus divergencias al respecto.
La cumbre no arrojó grandes planes para solventar la crisis europea, aunque se trazaron recetas de crecimiento como el aumento del capital del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el uso de bonos para financiar proyectos de infraestructura clave.
La falta de un fuerte golpe de mano en el Viejo Continente tuvo que ver en la indecisión de los inversores neoyorquinos, que además siguen digiriendo la posibilidad de que Grecia abandone la zona euro y las consecuencias que podría tener ese evento en la economía de la región y, en última instancia, de todo el mundo.
Los datos macroeconómicos difundidos en Estados Unidos no consiguieron que los operadores neoyorquinos olvidaran sus preocupaciones en torno a la Unión Europea, ya que ninguno de ellos sorprendió -ni grata ni negativamente- en Wall Street.
Por un lado, la cifra semanal de solicitudes del subsidio por desempleo en Estados Unidos bajó en 2.000 y se situó en 370.000 la semana pasada, en otro indicio de que la economía está creando empleos a menor ritmo que meses atrás.
Por otro, los pedidos de bienes duraderos a las fábricas aumentaron un 0,2 % en abril, el segundo incremento en tres meses pero algo peor de lo que habían pronosticado los analistas.
El grupo informático Hewlett-Packard puso su granito de arena para salvar al Dow Jones de los números rojos al cerrar con un sólido ascenso del 3,27 % un día después de anunciar que en el primer semestre de su ejercicio ganó un 37,6 % menos interanual y desvelar un plan de reestructuración que contempla 27.000 despidos.
Los inversores también vieron con buenos ojos que la red social Facebook consiguiera anotar su segunda jornada consecutiva al alza (3,22 %), con lo que recuperó parte del terreno perdido en los primeros días de esta semana, cuando registró unas fuertes pérdidas.
Mañana la firma que dirige Mark Zuckerberg cumplirá una semana en Wall Street, donde ha tenido un tortuoso arranque en bolsa por los problemas técnicos del mercado Nasdaq, las dudas sobre su modelo de negocio y la demanda por parte de un grupo de sus accionistas, por nombrar algunas de las dificultades a las que se ha enfrentado.
Asimismo, el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, William Dudley, dijo que no ve la necesidad de estímulos adicionales a la economía norteamericana.
En tanto, ciertos funcionarios del gobierno chino dijeron que por primera vez en siete años, algunos de los bancos más grandes del país podrían no alcanzar sus objetivos de créditos, luego de que la desaceleración de la economía produjera una baja en la demanda de préstamos. Igualmente, HSBC Holdings Plc. y Markit Economics publicaron hoy el dato preliminar de su encuesta sobre el sector manufacturero en China. El mismo señala que el sector se podría contraer en mayo por séptimo mes consecutivo
En otros mercados, el petróleo de Texas subió 0,84% y cerró en 90,66 dólares, impulsado por el aumento de los pedidos de bienes duraderos en Estados Unidos el mes pasado.
Al final de la cuarta sesión de la semana en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) para entrega en julio, los de más próximo vencimiento, sumaron 76 centavos al precio de cierre anterior.
El repunte se produce una jornada después de que el llamado "oro negro" registrase su primer cierre por debajo del simbólico nivel de los 90 dólares desde el pasado 21 de octubre, cuando acabaron en 87,4 dólares.
De esta forma, el crudo de referencia en Estados Unidos anota su cuarto ascenso en lo que va de mayo, un mes que inició a 106,16 dólares y en el que lleva acumulada ya una contundente caída del 13,55%.
Brent
El precio del barril de Brent subió 0,85% en el mercado de futuros de Londres, hasta 106,55 dólares, por el estancamiento de las negociaciones entre la comunidad internacional e Irán en relación a su programa nuclear.
El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, para entrega en julio, concluyó la sesión en el Intercontinental Exchange Futures con una subida de 0,99 dólares respecto a la sesión anterior.
El Brent tocó hoy un máximo de 107,25 dólares y un mínimo de 105,03 dólares.
EFE
REUTERS
AIVA NEWS
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