El Ejecutivo cumple así con el trámite establecido para poder acogerse al rescate que aceptó el pasado 9 de junio por un importe de hasta 100.000 millones de euros. En la misiva no se da detalles de cuáles serán las condiciones del rescate ni la cifra que se solicitará.
Sí se asegura que España ofrecerá "todo su apoyo" en la valoración de "los criterios de elegibilidad, la definición de la condicionalidad financiera, el seguimiento de las medidas a implantar y la definición de los contratos de ayuda financiera". En este sentido, pide que se tengan en cuenta "como punto de partida" las auditorías del sistema financiero español, "así como el análisis FSAP del Fondo Monetario Internacional".
PLAZO LARGO; INTERÉS BAJO
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha asegurado que España tratará que el rescate tenga un plazo de devolución lo más largo posible y un interés bajo.
"Lo importante para nosotros son los plazos de devolución y los tipos de interés. Si se consigue un plazo de devolución largo y un tipo de interés bajo, la operación será mucho más favorable", ha dicho a su llegada a la reunión de los titulares de Exteriores de la UE.
LA UE SUGIERE INYECCIÓN DIRECTA A LOS BANCOS
Por otro lado, se ha conocido un documento redactado por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, el líder del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, el jefe del BCE, Mario Draghi, y el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, sugiere que el fondo de rescate permanente de la zona euro podría usarse para recapitalizar directamente a los bancos.
En el texto, redactado el mes pasado, se apunta a que en la cumbre de los días 28 y 29 de junio se discutirán medidas específicos para una unión bancaria transnacional, una mayor integración fiscal y la posibilidad de un fondo de reducción de deuda.
El documento detalla, según fuentes conocedoras de su contenido citadas por la agencia Reuters, los cuatro "pilares" necesarios para una unión económica y monetaria sólida, que los líderes consideran necesaria para asegurar el futuro del euro. Además, se refiere a la necesidad de una política presupuestaria más integrada, medidas requeridas para una integración económica más profunda y a cómo retener "legitimidad democrática" si los países ceden parte de su soberanía.
Los líderes europeos creen que la integración bancaria ha de ser el primer asunto a tratar y que es algo que puede lograrse en un año.
El documento insta a crear un supervisor bancario europeo. En ese sentido, se espera que se le otorgue al BCE la responsabilidad exclusiva para la supervisión de los principales bancos de la región, mientras que la Autoridad Bancaria Europea conservaría un rol mayor de supervisión junto con la coordinación del trabajo de los reguladores nacionales.
En una segunda sección, que revisa las medidas que se requieren para una coordinación fiscal más estrecha, el texto afirma que se necesita ir más allá de las actuales propuestas legislativas.
El texto indica que a medida que se logre una mayor integración bancaria y fiscal, el tema de la mutualización de la deuda se hará más inmediato. Además, presenta la opción de un fondo de redención de deuda, una idea a la que se adhieren Francia, Italia y otros países, pero a la que se niega la canciller alemana, Angela Merkel, quien no descarta compartir deuda, pero cree que es un debate que debe plantearse tras culminar el proceso de integración.
El HuffPost
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