Wall Street se apuntó hoy al desánimo generalizado después de la victoria electoral de los partidos que apoyaron el rescate en Grecia debido a sus intenciones de "renegociar" los términos de las medidas de austeridad y a la nueva subida del interés del bono español hasta máximos en la era euro.
El Dow Jones de Industriales, el principal indicador del parqué neoyorquino, cerró con un retroceso del 0,2 % o 25,35 puntos hasta situarse en las 12.741,82 unidades, pero el selectivo S&P 500 y el índice compuesto del mercado Nasdaq se deshicieron de las pérdidas y acabaron con unos avances del 0,14 y el 0,78 %, respectivamente.
Aunque Grecia evitó el escenario más temido por los mercados, un resultado que no hubiera permitido formar un Gobierno de coalición entre los conservadores de Nueva Democracia y los socialistas del Pasok, los inversores siguieron sin estar convencidos de que el país permanecerá en la eurozona.
Las dudas llegaban ahora por las intenciones del líder de Nueva Democracia y vencedor de las elecciones, Andonis Samarás, de renegociar los términos de las medidas de austeridad a cambio de las ayudas internacionales, "para que sea posible el desarrollo económico, la reducción del desempleo y la cohesión social".
Los mercados no digirieron muy bien esas intenciones, aunque con lo que verdaderamente se atragantó Wall Street fue con la subida de la rentabilidad del bono español a diez años hasta cerrar en el 7,15 % por primera vez desde que entró en vigor la moneda única europea, por encima del considerado como insostenible nivel del 7 %.
Después de que España se asegurara la semana pasada una ayuda para su sistema bancario de 100.000 millones de euros, los mercados especulan ahora si el país necesitará más ayudas o si la crisis se contagiará hasta otras importantes economías europeas como Italia.
Todo ello provocó que la bolsa de Madrid cayera el 2,96 %, la de Milán el 2,85 % y la de París el 0,69 %, aunque subieron Fráncfort (0,3 %) y Londres (0,22 %), entre otras.
En cualquier caso, Wall Street consiguió moderar las pérdidas con las que había amanecido gracias al aumento de la confianza del sector de la construcción estadounidense en junio hasta su nivel más alto en unos cinco años, según la Asociación Nacional de Bienes Raíces.
En la falta de dirección del parqué neoyorquino también tuvo que ver el compás de espera que generan dos importantes citas: por un lado, la cumbre del G20 en Los Cabos, que arrancó tras el cierre de los mercados neoyorquinos, y por otro, el inicio el martes de la reunión de política monetaria de la Reserva Federal (Fed).
La cita del banco central estadounidense genera especial expectación en esta ocasión, puesto que los inversores han ido aumentando sus esperanzas de que, debido a las señales de ralentización que ha estado mostrando la economía, emprenda más medidas de estímulo monetario.
Si bien la idea de una tercera ronda de compra de bonos del Tesoro o el llamado "QE3" parece menos probable, sí que existen ilusiones en torno a una extensión de la operación "twist".
Las tecnológicas tuvieron que ver en el impulso de Wall Street, entre las que sorprendió la ganancia del 4,65 % de Facebook cuando se cumple un mes desde que se estrenó en bolsa.
La red social se anotó esa subida al calor de la adquisición de la empresa israelí de reconocimiento facial Face.com, aunque todavía acumula una caída del 17,13 % en su corta carrera por Wall Street, en la que se ha tenido que enfrentar a los errores técnicos del Nasdaq, dudas sobre su negocio o demandas de un grupo de inversores.
Mientras, Citigroup no pudo festejar su 200 aniversario, que se cumplió el pasado fin de semana, al bajar en bolsa un 2,68 % arrastrado por la bajada del sector financiero, que se dejó en su conjunto un 0,62 %.
El precio del crudo de referencia West Texas Intermediate (WTI), para entregas en julio, bajó hoy 76 centavos o 0.9 por ciento para cerrar en 83.27 dólares por barril.
EFE
REUTERS
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