“Voy a decir que hemos perdido de 5,000 millones a 10,000 millones de dólares por varios aspectos relacionados a Bear Stearns. Y sí, lo pongo en una categoría de injusto”, dijo Dimon durante un evento del Consejo de Relaciones Exteriores.
Dimon dijo que las pérdidas provinieron de litigios y amortizaciones, entre otros gastos relacionados con la compra.
La semana pasada, JPMorgan fue golpeado por una nueva demanda civil del fiscal general de Nueva York, que busca hacer al banco responsable por las acusaciones de que Bear Stearns informó inadecuadamente a los inversionistas que compraron bonos respaldados por hipotecas.
“¿Haría lo mismo con Bear Stearns de nuevo sabiendo lo que sé hoy? Es realmente difícil decirlo”, dijo Dimon.
Dimon mencionó que las nuevas regulaciones domésticas e internacionales, que surgieron precisamente después de la crisis financiera, probablemente costarán al banco más de 1,000 millones de dólares adicionales.
El presidente ejecutivo señaló que los costos provienen de la reforma financiera Dodd-Frank del 2010 así como también del endurecimiento de los estándares de capital internacionales y las regulaciones de la Unión Europea
Reuters
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