El precio del petróleo es una variable fundamental para la economía venezolana. Cualquier cambio significativo en su cotización incide en las cuentas nacionales, para bien o para mal. En su más reciente informe sobre Venezuela el Citi estima que para el 2013 la cesta venezolana del crudo se ubicará en 91,2 dólares por barril, un retroceso de 12% con respecto a los 104 dólares que ha promediado este año.
Esta caída en el precio tendría su consecuencia inmediata en los ingresos por exportaciones petroleras. De acuerdo a cálculos del banco, con el barril de petróleo esperado para el 2013 el Gobierno estaría recibiendo 79 mil millones de dólares por este concepto, mientras para este 2012 a las arcas nacionales entrarían 88 mil millones de dólares.
Para tener un punto de comparación, en los primeros nueve meses del año las exportaciones petroleras han sumado 70 mil millones de dólares, 9 mil millones menos de lo que estima Citi para todo el 2013.
Con una economía tan dependiente del precio del petróleo para promover el gasto y las importaciones, las consecuencias sobre el Producto Interno Bruto (PIB) se harán sentir. Para el próximo año el Citi prevé una desaceleración del crecimiento económico y lo ubica en 3%, al lado del 5% que se espera para este 2012.
Al desaparecer los incentivos electorales que se tenían en 2012, el banco considera que el gasto público se moderará, lo cual enfriará la economía. "Sin la reaparición en 2013 de los 12 mil millones de dólares estimados del gasto del Gobierno para este año, se explica los dos puntos porcentuales de decrecimiento en la economía", indica el informe.
Pero más allá de las consecuencias sobre el crecimiento económico, el banco no prevé algún problema con el pago de las obligaciones externas del país. Sin embargo, si el precio del petróleo nacional se ubica por debajo de la barrera de los 82 dólares la situación varía. Con esta cotización el Citi estima que puede producirse un desbalance externo y aumentar la vulnerabilidad macroeconómica.
El banco también estima que para el próximo año habrá un nuevo tipo de cambio que coloca entre 6 bolívares y 6,50 bolívares por dólar.
El Universal
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