El mayor millonario de Francia y Europa, Bernard Arnault, ha pedido la nacionalidad belga.
A pesar del desmentido del propio empresario, sobre el dueño del grupo LVMH pesa la sospecha de un posible exilio fiscal.
El asunto se ha dado a conocer a través de la prensa belga un día después de que el presidente francés François Hollande anunciara la implementación del impuesto para los superricos.
Según las autoridades belgas, la nacionalidad se solicitó poco después de la mayoría parlamentaria de Hollande.
“Sí, pidió la nacionalidad belga a finales de agosto”, explica el responsable de naturalizaciones del país. “Ha transmitido su petición a la cámara que las estudia. El proceso prevé que pidamos la opinión una serie de instancias, es lo que dice la ley: la Seguridad del Estado, el parqué federal, la oficina de inmigración…”, remata.
La tasa de Hollande pretende gravar en un 75% los ingresos por encima del millón de euros al año y ayudar así al objetivo de establecer el déficit público en el 3% en 2013. La ley todavía está en fase de proyecto.
Arnaud, cuyo grupo comercializa marcas como Louis Vuitton, es poseedor de una fortuna de, según Forbes, 32.000 millones de euros, lo que le convierte en el cuarto hombre más rico del mundo.
La empresa ha asegurado que este movimiento no compromete las inversiones del grupo en Francia.
euronews.com
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