martes, 11 de diciembre de 2012

El alza de los precios del crudo podría terminar quemando a la OPEP


La OPEP está atrapada entre Dakota y Damasco.

La reunión de esta semana de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, que comenzó ayer, debería tener un ambiente de fiesta. Con un precio promedio de casi US$112 por barril a la fecha, el crudo Brent está cerca de registrar su mejor año en 2012.

Pero cualquier celebración sobre esto no tendría mucho sentido. Los precios del petróleo corren el riesgo de sufrir importantes correcciones el próximo año. Deutsche Bank dice que la variedad de proyecciones de analistas sobre los precios del crudo está en "niveles extremos", con US$50 de diferencia entre los extremos alto y bajo. Más allá de 2013, la OPEP enfrenta crecientes tensiones que amenazan su supervivencia a largo plazo.


Los precios del crudo actuales tienen menos que ver con un repunte en la demanda y más con pura agitación política. Incluso mientras los delegados de la OPEP se reúnen en Viena, Damasco probablemente sea golpeada por explosiones. Siria no es un país que produce mucho crudo por sí solo, pero es un símbolo de la continuación de la Primavera Árabe. Esta agitación está detrás de los precios del petróleo en los que los gobiernos miembros de la OPEP dependen para su financiación. Pero también ejerce presión sobre ellos para que gasten más en la represión de la disidencia.

Lo que sucede es que estos precios altos también afectan la demanda de crudo, especialmente en medio de tanta incertidumbre económica, y estimulan suministros de energía alternativa. Ayer en Viena, la OPEP parecía seguir encaminada a mantener su actual techo de producción de crudo.

La Agencia Internacional de Energía (AIE) piensa que la demanda global de petróleo habrá aumentado en 670.000 barriles por día este año. Sus proyecciones incluyen un crecimiento anual promedio de cerca de 660.000 barriles al día hasta 2020. Esta cifra está muy por debajo del promedio anual diario de 1,3 millones de barriles registrados en la década hasta 2008.

Entretanto, los suministros de crudo por fuera de la OPEP están subiendo. En septiembre, la producción de petróleo de Estados Unidos alcanzó 6,5 barriles al día, el nivel más alto en casi 15 años. El alza de los precios del crudo de la última década impulsó la apertura de recursos no convencionales como el yacimiento de esquisto Bakken Shale, que ha elevado la producción de Dakota del Norte en casi seis veces en los últimos cinco años. El estado de EE.UU. ahora bombea casi tanto petróleo como Qatar, miembro de la OPEP. Canadá también está desarrollando sus extensas arenas petrolíferas.

Longview Economics señala que en cuatro de los últimos cinco años el crecimiento de la demanda global de crudo superó los aumentos de suministros, lo que impulsó los precios. Sin embargo, Longview estima que este año el crecimiento de la oferta superará la demanda en 800.000 barriles al día. La firma prevé también un superávit en 2013 y proyecta que el crudo Brent caerá hasta US$70 el barril durante el primer semestre del próximo año, 35% menos que el precio actual.

Esto se confirma con un crecimiento de las existencias de crudo. Analistas de Citigroup y Raymond James, así como la consultora PFC Energy, prevén que aumenten significativamente de nuevo en el primer semestre de 2013.

La defensa estándar de la OPEP es recortar su propia producción para equilibrar las cosas. Pero parte del problema es que incluso si la organización reduce su suministro, los compradores saben que aún tiene la capacidad de poner nuevamente en el mercado ese crudo si es necesario. Esto alivia los temores de escasez y quita presión sobre los precios.

Además de EE.UU. y Canadá, la OPEP tiene grandes problemas en sus propias filas: Irak. Ese país bombea en la actualidad más de 3,1 millones de barriles al día superando a Irán (que está bajo sanciones) para convertirse en el segundo productor de crudo de la OPEP. Para 2015, Irak podría producir 4,2 millones de barriles al día y para 2020, 6,1 millones, según una estimación de la AIE.

Los demás integrantes de la OPEP tendrán que recortar su producción para abrir campo para los barriles de Irak o correr el riesgo de inundar el mercado. La actitud de Arabia Saudita es clave. Como el mayor productor de la OPEP, también posee el mayor margen de capacidad excesiva. Tradicionalmente ha reducido o elevado la producción según sea necesario para controlar los precios. Pero con un ojo en Damasco y sus propias presiones internas, Arabia Saudita puede no estar dispuesta a soportar toda la carga de ceder cuota de mercado para abrirle el camino a Irak y apoyar los precios.

Todo está listo para un potencial conflicto entre los miembros y su producción. Claro, es cierto que la geopolítica sigue siendo algo impredecible: Irak es frágil y el programa nuclear de Irán continúa. Estas amenazas sostienen los precios del crudo. Pero en 2013, la OPEP empezará a ver lo que el temor y los altos precios le han hecho tanto a la demanda como a los proveedores de fuentes de energía rivales. Por todo esto, no hay que esperar muchas fiestas en la cumbre de Viena.

Liam Denning
WSJ


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