En Chipre los ciudadanos reaccionaron con sorpresa y estupor
ante la noticia de un impuesto único en sus depósitos, de hasta el 10% en el
ahorro, como parte del rescate de 10.000 millones de euros (US$13.000 millones)
acordado en Bruselas este viernes.
Se podían ver largas colas en los cajeros automáticos a lo largo del país, en
medio de un extendido resentimiento por el cargo a sus ahorros.
El impuesto en sí no entrará en vigor hasta el martes 19 de marzo, justo
después de un día festivo, pero de inmediato se tomaron medidas para controlar
las transferencias electrónicas de dinero, que recuerdan al "corralito" que
afectó a los ahorristas de Argentina durante la crisis en 2000-2001.
Los bancos cooperativos, los únicos abiertos en Chipre el sábado, cerraron
después de que la gente comenzara a hacer largas colas para retirar su
dinero.
El acuerdo alcanzado con los socios europeos y el Fondo Monetario
Internacional supone un cambio radical respecto a los anteriores paquetes de
ayuda internacional.
El presidente de Chipre, Nicos Anastasiades, defendió la medida como un
"doloroso" paso para evitar la quiebra.
Anastasiades, quien fue elegido el mes pasado con la primesa de hacer frente
a la crisis de deuda de su país, dijo en un comunicado que había sido una opción
entre el "escenario catastrófico de la quiebra sin control o el escenario de una
dolorosa pero controlada gestión de la crisis".
El Parlamento tenía previsto reunirse en sesión extraordinaria este domingo
para discutir el tema, pero el debate se pospuso para el lunes.
La oficina del presidente le dijo a la BBC que el mandatario se reuniría con el
comité de finanzas para discutir el asunto.
De acuerdo a algunos reportes, tres partidos en el Parlamento, en el que
ninguno tiene mayoría, tenían previsto rechazar la propuesta.
Solución menos mala
A pesar de que Chipre es una de las economías más pequeñas de la eurozona -la
tercera más pequeña- podría haber serias repercusiones financieras para otras
economías, como las de España e Italia, aseguró el editor de Economía de la BBC,
Robert Peston.
Esta tasa es una advertencia a los prestamistas, a los bancos, de que deben
tener cuidado de dónde colocan sus fondos, y evitar sobrecargarse a sí mismos
-como ya hicieron los bancos chipriotas-, añadió el editor en su análisis.
Chipre es el quinto país después de Grecia, la República de Irlanda, Portugal
y España en acudir a la eurozona para obtener ayuda financiera durante la crisis
de deuda de la región.
El país arrastra dificultades financieras desde el colapso de la economía
griega, donde los bancos chipriotas tenían grandes inversiones.
Parece que la fuerte presencia de dinero ruso en los bancos chipriotas fue un
factor influyente en la imposición de la tasa.
"Un robo"
Los ciudadanos en Chipre con menos de 100.000 euros (US$130.000) en sus cuentas
tendrán que pagar un impuesto -una sola vez- del 6,75%, según informaron
funcionarios de la eurozona.
Aquellos con mayores sumas pagarán un 9,9%.
A cambio los propietarios de los depósitos recibirán acciones de sus
bancos.
Los informes indican que podrán sacar de sus cuentas el resto de su
dinero.
En un banco en el distrito de Limassol, un hombre frustrado estacionó un
bulldozer (máquina excavadora) fuera y amenazó con forzar la entrada.
Alan, un expatriado británico en Chipre con ahorros, dijo a la BBC: "Esto es
un robo y hay que conseguir que la Unión Europea lo detenga".
"Nos jubilamos y trajimos nuestros ahorros a un banco en Chipre y
sencillamente pueden tomar nuestro dinero sin permiso y luego decir que tenemos
acciones en un banco en quiebra".
Maria Zembyla, desde Nicosia, dijo que el impuesto dejaría un "gran mella" en
los ahorros de su familia y "erosionaría la confianza de los inversores".
"Los rusos que en la actualidad mantienen la economía a flote saldrán del
país y se llevarán su dinero", añadió.
Según la agencia de noticias Reuters, se cree que casi la mitad de los
propietarios de depósitos en Chipre son rusos no residentes.
Dinero ruso
También ha habido especulaciones de que Rusia podría ayudar a financiar el
plan de rescate mediante un préstamo de 2.500 millones de euros (más de US$3.000
millones), que ya ofreció a Chipre.
El ministro de Finanzas de Chipre, Michael Sarris, viajará a Moscú el lunes,
según informes.
"Mi opinión es que el gobierno de Rusia está dispuesto a contribuir con una
extensión del crédito y una reducción de la tasa de interés", dijo el principal
funcionario económico de la Unión Europea, Olli Rehn.
Reguladores y políticos europeos están convencidos de que una gran cantidad
de dinero en efectivo en los bancos chipriotas pertenece a quienes lavan dinero
de Rusia, según escribe el editor de Economía de la BBC.
Pocos políticos alemanes votarían a favor de un rescate a Chipre que a la vez
rescataría a quienes lavan dinero, por lo que la única manera aceptable de
llevar a cabo el rescate para el parlamento alemán era gravar a los
blanqueadores, añadió en su análisis Robert Peston.
Los rusos reaccionaron con enojo a la noticia de la tasa en las redes
sociales.
"Rusia se compromete a ayudar a un país aquejado de problemas de la Unión
Europea, ¿y esta llama a los inversores rusos blanqueadores de dinero? Esto es
totalmente injusto", dijo en Moscú el bloguero Igor Kim a la BBC.
"¡La imposición de un recargo del 10% sobre los inversores es bárbaro,
intervencionista y más soviético que la Unión Soviética!".
En Berlín, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, describió la
tasa como parte "justa" de la distribución de la carga del rescate
financiero.
"Las expectativas de beneficio y riesgo deben coincidir de nuevo, esta
diferencia [entre ambos] fue uno de los errores más graves del plan de rescate
financiero [en 2008], y hemos aprendido la lección", dijo.
BBC MUNDO
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