El pánico vendedor se ha apoderado hoy de la Bolsa de Tokio y su principal indicador, el Nikkei 225, se ha desplomado un 6,35%. Los valores japoneses han bajado alrededor de un 18% desde sus recientes máximos del 22 de mayo, y la media de los vaivenes diarios ha sido del 3,4%, el mayor nivel de volatilidad desde el terremoto de marzo de 2011.
Según explica Alex Treves, analista de Fidelity, semejante hundimiento se explica por:
1.- Las preocupaciones por las perspectivas sobre el crecimiento global,
2.- El posible fin de la relajación cuantitativa en EE.UU.
3.- El fortalecimiento del yen más allá de las 95 unidades contra el dólar.
4.- Además, recuerda este experto, la agencia Bloomberg cita la rebaja del Banco Mundial sobre sus perspectivas de crecimiento global como otro factor detrás de las bajadas generales que han afectado hoy a los mercados asiáticos.
A partir de aquí, el experto de Fidelity recuerda que "hay que tener en cuenta que incluso tras esta nueva corrección las acciones japonesas aún mantienen una subida del 20% en lo que llevamos de año". Y Además, considera que hay razones para ser optimista y pensar que las futuras debilidades serán temporales por:
1.- Según explica Treves, "desde un punto de vista técnico, un periodo de consolidación no es ninguna sorpresa dado el rally excepcional que ha experimentado Japón en los pasados seis meses".
En términos históricos, un retroceso de envergadura es algo común en cualquier fase alcista del mercado. Por eso mismo, el economista de Fidelity cree que hay razones para ser optimista y pensar que "las futuras debilidades serán temporales y que el pico máximo no ha sido aún alcanzado".
2.- Por otro lado, apunta este especialista, "los catalizadores clave del rally siguen intactos, las valoraciones son aún razonables y los ingresos se espera que vuelvan a los máximos de 2007".
En este contexto, la sostenibilidad del rally a medio-largo plazo dependerá del éxito de las 'Abenomics' (así llamadas por Abe, el primer ministro japonés), es decir, las políticas reflacionistas, fiscales y monetarias, así como estrategias de crecimiento, destinadas a estimular las inversiones del sector privado.
"Si las expectativas reflacionistas incrementan la disposición de las corporaciones e individuos a incrementar el riesgo, las acciones japonesas podrían experimentar una tendencia al alza sostenida", apostilla Treves.
finanzas.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario