Un registro en la oficina estadounidense de patentes ha reactivado los rumores de que Microsoft podría lanzarse también, en breve, a la carrera de los smartwatches. La solicitud de la compañía de Redmond se produjo en octubre de 2012, pero acaba de hacerse pública.
Según informa la CNN, la documentación presentada por Microsoft describe un dispositivo que puede hacer las veces tanto de accesorio medidor para el deporte como de reproductor de música, teléfono y central de mensajes.
El rumor circula desde abril del año pasado, cuando se filtró, a través de algunos empleados de la empresa, la noticia de que Microsoft estaba buscando el suministro de pantallas de 1,5 pulgadas en el mercado asiático.
Tampoco es la primera vez que Microsoft trabaja con un reloj de este tipo, ya que, hace diez años, creó, en colaboración con prestigiosas firmas como Fossil y Tissot, la tecnología SPOT (Smart Personal Objects Technology), que funcionaba con el software de la compañía y, mediante una suscripción, era capaz de mostrar en los relojes de las citadas marcas titulares, resultados deportivos, mensajes instantáneos y señal de radio FM. Los relojes con SPOT dejaron de venderse en 2008.
Mientras los consumidores se preparan para decidir si el futuro se encuentra en las gafas inteligentes o en los relojes inteligentes, el segundo sector se va saturando, poco a poco, con la presencia de grandes marcas como Samsung, que ya puso a la venta sus modelos Gear, Motorola, que se prepara para lanzar el Moto 360 este verano en Estados Unidos y Pebble, que el pasado año vendió, según sus propias cifras, 400.000 unidades de smartwatches.
Por otro lado, también circulan hace tiempo rumores que involucran a Apple en la carrera de los relojes inteligentes, aunque todavía no hay demasiada documentación al respecto.
Según datos de Gartner, se espera que en 2016 este tipo de dispositivos «wearables» generen un volumen de negocio alrededor de 10.000 millones de dólares. La fiebre de los smart watches conjuga la apuesta por lo táctil, las posibilidades que ofrecen los sensores (medición de la temperatura corporal, actividad física) y el reconocimiento de voz con las funcionalidades típicas de un smartphone, como recibir mensajes, tomar fotos o consultar el tiempo.
ABC
El rumor circula desde abril del año pasado, cuando se filtró, a través de algunos empleados de la empresa, la noticia de que Microsoft estaba buscando el suministro de pantallas de 1,5 pulgadas en el mercado asiático.
Tampoco es la primera vez que Microsoft trabaja con un reloj de este tipo, ya que, hace diez años, creó, en colaboración con prestigiosas firmas como Fossil y Tissot, la tecnología SPOT (Smart Personal Objects Technology), que funcionaba con el software de la compañía y, mediante una suscripción, era capaz de mostrar en los relojes de las citadas marcas titulares, resultados deportivos, mensajes instantáneos y señal de radio FM. Los relojes con SPOT dejaron de venderse en 2008.
Mientras los consumidores se preparan para decidir si el futuro se encuentra en las gafas inteligentes o en los relojes inteligentes, el segundo sector se va saturando, poco a poco, con la presencia de grandes marcas como Samsung, que ya puso a la venta sus modelos Gear, Motorola, que se prepara para lanzar el Moto 360 este verano en Estados Unidos y Pebble, que el pasado año vendió, según sus propias cifras, 400.000 unidades de smartwatches.
Por otro lado, también circulan hace tiempo rumores que involucran a Apple en la carrera de los relojes inteligentes, aunque todavía no hay demasiada documentación al respecto.
Según datos de Gartner, se espera que en 2016 este tipo de dispositivos «wearables» generen un volumen de negocio alrededor de 10.000 millones de dólares. La fiebre de los smart watches conjuga la apuesta por lo táctil, las posibilidades que ofrecen los sensores (medición de la temperatura corporal, actividad física) y el reconocimiento de voz con las funcionalidades típicas de un smartphone, como recibir mensajes, tomar fotos o consultar el tiempo.
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