Nuevamente se entra en otro sistema cambiario sin divisas, ni tasa, ni perspectivas de un ingreso por exportaciones, e incluso por endeudamiento, que puedan referenciar que el sistema tendrá una nueva fuente de materia prima para alimentar los requerimientos del comercio, industria y servicios nacionales para sus operaciones, menos aun como mecanismo de ahorro.
Lo anterior no es nuevo, pero va aderezado con una severisima crisis política que elevan los niveles de riesgo de inversión en suelo patrio a niveles que no habíamos tenido en la historia contemporánea, por lo que, evidentemente, el DICOM quedara como un mecanismo transaccional para el mismo gobierno, donde mediante una subasta manejada a criterio, podrá ampliar o disminuir el ya cortisimo liquido bancario para mantener sus programas y compras, verbigracia que algo permeara a los privados mediante, principalmente, el mercado negro, lo cual pudiese desacelerar, temporalmente, el alza del verde en el mercado paralelo, pero solo como una fuerza para elevarlo aun mas cuando el mercado, tan sabio como predecible, se de cuenta que la oferta es insuficiente.
En fin, si realmente no se presenta, y créame amigo lector que ante la actual situación no se presentara, un esquema de apertura cambiaria y económica, y dadas las circunstancias actuales también política; solo tendremos un nuevo esquema que se sumara a los otros cadáveres cambiarios que pasean como zombies en las estadísticas del BCV.
El mercado, como Ud lo quiera llamar, seguirá en alza.
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