Un alto funcionario predijo el domingo que Estados Unidos no incumplirá con su cuantiosa deuda, en momentos en que el presidente Barack Obama y los legisladores buscan un acuerdo difícil de alcanzar apenas horas antes de la apertura de los mercados asiáticos.
"Es impensable que nuestro país no honre sus obligaciones a tiempo", dijo Geithner el domingo al canal CNN, con los ojos del mundo puestos sobre la amarga lucha política interna que ha paralizado los pasillos del poder en Washington. "No ocurrirá", predijo Geithner.
Los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes, tantearon durante semanas para un acuerdo a los demócratas, hasta llegar a la crisis de la cuenta regresiva para la fecha límite del 2 de agosto, cuando el gobierno se queda sin rubros.
Obama quiere que el Congreso aumente el límite de 14,3 billones de dólares de endeudamiento para que la administración siga pagando sus cuentas, pero los republicanos han exigido recortes drásticos del gasto sin aumento de impuestos para frenar el déficit.
El gobierno alcanzó al techo legal de la deuda federal el 16 de mayo, pero ha utilizado los ajustes de contabilidad, así como la recaudación tributaria mayor de lo esperado, para seguir funcionando normalmente hasta el momento.
Líderes financieros y de negocios han advertido que el fracaso en elevar el techo de deuda estadounidense podría tener repercusiones negativas en la economía mundial, mientras que Obama ha pronosticado que un incumplimiento daría lugar a un "Armagedón" económico.
Conversaciones previas colapsaron el viernes, en medio de acusaciones de los republicanos a Obama de insistir en el aumento de los impuestos. El sector conservador Tea Party, cuyos nuevos miembros de la Cámara fueron elegidos bajo el lema de poner orden en el gobierno y de evitar nuevos impuestos, han ejercido una enorme influencia en las negociaciones.
El secretario de Negocios británico, Vince Cable, un demócrata liberal y uno de los miembros más directos de la coalición de gobierno de Gran Bretaña, culpó a la derecha conservadora del estancamiento.
"La ironía de la situación en este momento, con la apertura de los mercados mañana por la mañana, es que la mayor amenaza para el sistema financiero mundial proviene de unos cuantos locos de la derecha en el Congreso de Estados Unidos" más que de la crisis de la zona euro, dijo Vince Cable el domingo a la BBC.
El presidente de la Cámara, el republicano John Boehner, dijo a su bancada que esperaba un acuerdo marco la tarde del domingo para calmar la preocupación de los inversores, sobre todo en Asia. Boehner tenía previsto hablar con los miembros de su partido el domingo a las 16H30 (20H30 GMT), dijo una fuente del partido.
Boehner dijo que las ásperas negociaciones se centran en el recorte en dos etapas de entre $3.000 y 4.000 billones en el gasto de más de 10 años, como parte de un acuerdo para elevar el límite de la deuda antes del vencimiento del plazo.
Obama ha hecho un llamado para un único aumento que dure hasta noviembre de 2012, cuando buscará un segundo mandato en unas elecciones definidas por su manejo de la debilitada economía del país y moldeada por el malestar republicano por el gasto.
Geithner dijo el domingo que los congresistas deben llegar a un plan que acabe con el riesgo de un incumplimiento por lo menos durante 18 meses, es decir hasta pasadas las elecciones de noviembre de 2012.
"Es impensable que nuestro país no honre sus obligaciones a tiempo", dijo Geithner el domingo al canal CNN, con los ojos del mundo puestos sobre la amarga lucha política interna que ha paralizado los pasillos del poder en Washington. "No ocurrirá", predijo Geithner.
Los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes, tantearon durante semanas para un acuerdo a los demócratas, hasta llegar a la crisis de la cuenta regresiva para la fecha límite del 2 de agosto, cuando el gobierno se queda sin rubros.
Obama quiere que el Congreso aumente el límite de 14,3 billones de dólares de endeudamiento para que la administración siga pagando sus cuentas, pero los republicanos han exigido recortes drásticos del gasto sin aumento de impuestos para frenar el déficit.
El gobierno alcanzó al techo legal de la deuda federal el 16 de mayo, pero ha utilizado los ajustes de contabilidad, así como la recaudación tributaria mayor de lo esperado, para seguir funcionando normalmente hasta el momento.
Líderes financieros y de negocios han advertido que el fracaso en elevar el techo de deuda estadounidense podría tener repercusiones negativas en la economía mundial, mientras que Obama ha pronosticado que un incumplimiento daría lugar a un "Armagedón" económico.
Conversaciones previas colapsaron el viernes, en medio de acusaciones de los republicanos a Obama de insistir en el aumento de los impuestos. El sector conservador Tea Party, cuyos nuevos miembros de la Cámara fueron elegidos bajo el lema de poner orden en el gobierno y de evitar nuevos impuestos, han ejercido una enorme influencia en las negociaciones.
El secretario de Negocios británico, Vince Cable, un demócrata liberal y uno de los miembros más directos de la coalición de gobierno de Gran Bretaña, culpó a la derecha conservadora del estancamiento.
"La ironía de la situación en este momento, con la apertura de los mercados mañana por la mañana, es que la mayor amenaza para el sistema financiero mundial proviene de unos cuantos locos de la derecha en el Congreso de Estados Unidos" más que de la crisis de la zona euro, dijo Vince Cable el domingo a la BBC.
El presidente de la Cámara, el republicano John Boehner, dijo a su bancada que esperaba un acuerdo marco la tarde del domingo para calmar la preocupación de los inversores, sobre todo en Asia. Boehner tenía previsto hablar con los miembros de su partido el domingo a las 16H30 (20H30 GMT), dijo una fuente del partido.
Boehner dijo que las ásperas negociaciones se centran en el recorte en dos etapas de entre $3.000 y 4.000 billones en el gasto de más de 10 años, como parte de un acuerdo para elevar el límite de la deuda antes del vencimiento del plazo.
Obama ha hecho un llamado para un único aumento que dure hasta noviembre de 2012, cuando buscará un segundo mandato en unas elecciones definidas por su manejo de la debilitada economía del país y moldeada por el malestar republicano por el gasto.
Geithner dijo el domingo que los congresistas deben llegar a un plan que acabe con el riesgo de un incumplimiento por lo menos durante 18 meses, es decir hasta pasadas las elecciones de noviembre de 2012.
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