Hay dudas sobre la posibilidad de un QE3 y el mercado reacciona con más fuerza a la frustración a corto plazo que a la satisfacción a medio. Ben Bernanke y el Libro Beige lograron mover ayer la ecuación de riesgo que hay detrás de la política de la Reserva Federal, y eso tendrá implicaciones en el mercado.
Irónicamente, y sin perjuicio de una corrección, esto debería ser finalmente alcista para las bolsas.
Wall Street parece convencido de que el QE3 es la clave para un rally sostenible. Si es así, cuidado con las frustraciones que pueden venir: el QE3 es ahora una cuestión abierta y el mercado estaba vendiendo la piel del oso antes de cazarlo.
El Libro Beige de la Fed, un informe de las economías regionales, reiteró básicamente lo que el presidente Ben Bernanke ya había dicho en su declaración de ayer: la economía sigue creciendo a un ritmo "entre modesto y moderado", que es coherente con muchos de los datos económicos que se han publicado en las últimas semanas.
Este informe también asegura que las economía de Filadelfia y Atlanta están creciendo más rápidamente que otras zonas del país. Otros elementos importantes son que la Fed ve una ligera mejoría en el mercado laboral y que la inflación todavía no es un problema grave. Las condiciones bancarias y el mercado inmobiliario también han mejorado. Por el contrario, Bernanke advirtió de que la subida de la gasolina a corto plazo puede hacer subir la inflación de forma temporal, aunque matizó que las expectativas a largo plazo siguen controladas.
El impacto en los mercados
Lo que importa a los inversores en bonos es que, si la economía sigue cogiendo ritmo, puede que no haya QE3, lo que sería un golpe tanto para ellos como para los alcistas en la bolsa. De hecho, los precios de los bonos cayeron cuando Bernanke no dijo nada relativo a una tercera ronda de quantitative easing.
Mientras tanto, la fortaleza del dólar no afloja, sino que está actuando como si Bernanke hubiera dicho que hay una subida de tipos a la vista. Con el oro cayendo más del 5% en la sesión, la reacción de los inversores sugiere un inesperado endurecimiento de la política monetaria respecto a lo que se esperaba.
Obviamente, una parte de estas reacciones es prematura porque es muy improbable que la Fed tome su decisión antes de mayo. Pero sugiere que la ecuación de riesgos ya se mueve desde una relajación excesiva a un endurecimiento de la política monetaria a medida que la economía de EEUU coge fuerza.
Irónicamente, esto debería ser finalmente alcista para las bolsas. Pero el mercado reacciona con más fuerza a la frustración a corto plazo que a la satisfacción a medio. Y eso puede ralentizar el apetito de los inversores en las próximas semanas.
elEconomista.es
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