El FMI está a un paso de lograr su objetivo de aumentar sus recursos en al menos 400.000 millones de dólares para crear un fondo de crisis, al tener lugar este viernes en Washington reuniones del organismo financiero multilateral y de los ministros de Finanzas del G-20.
Habiendo ya rebajado la meta de lograr un aumento de 500.000 millones de dólares, el Fondo Monetario Internacional se quedaba corto en unos 80.000 millones al iniciarse las reuniones de este viernes.
Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, las grandes naciones emergentes que constituyen el llamado grupo BRICS, han mantenido silencio acerca de cuál será su contribución para aumentar los recursos del FMI.
Ante las preocupaciones de que España pueda necesitar el cuarto rescate financiero en la eurozona, la titular del FMI, Christine Lagarde, dijo el jueves que tenía confianza que la capacidad de intervención de la institución obtendría un importante impulso.
"Como parte del resultado de esta reunión, esperamos que nuestra potencia aumente en forma significativa", dijo Lagarde a los periodistas, al tiempo que advirtió que aún hay "oscuras nubes" y que una nueva agitación en Europa podría afectar a la toda la economía global.
Previo a las reuniones de este viernes, ya había compromisos para aportar 320.000 millones de dólares, monto insuficiente, según el FMI, para construir un sólido paquete de contención contra el tipo de agitación en los mercados capaz de expandirse más allá de la eurozona.
Pero el ministro de Finanzas de Japón, Jun Azumi, cuyo país prometió un aporte de 60.000 millones para el fondo de crisis, consideró "muy probable" que se consigan los 400.000 millones de dólares. "Es muy probable que consigamos una suma cercana a los 400.000 millones esperados. Esto permitirá tranquilizar y estabilizar la economía mundial", explicó Jun Azumi en una entrevista de la televisión pública japonesa NHK, desde Washington.
Europa prometió un aporte de 200.000 millones, y los países nórdicos, Suiza, Polonia y otros ofrecieron otros 60.000 millones de dólares. EEUU, ya el mayor aportante del FMI, se ha negado a contribuir al fondo de crisis, lo que deja a los países BRICS como fuente de nuevos aportes, y en posición de reclamar mayor injerencia a la hora de determinar la utilización del paquete. El viceministro de Finanzas de Rusia, Serguei Stortchak, dijo que Moscú estaba lista a ofrecer 10.000 millones, según la agencia Itar-Tass.
Tras los importantes rescates de Grecia, Portugal e Irlanda, los países en desarrollo se han vuelto cada vez más críticos sobre la exposición del FMI a la eurozona. China, la segunda economía del mundo, ha permanecido callada, y muchos dentro de los BRICS han manifestado preocupación de que sus fondos puedan agregarse a los tres enormes paquetes de ayuda a los países europeos ya en curso.
China interesado en aportar.
China tiene una actitud positiva y abierta hacia las discusiones de los planes de financiamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo hoy el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores Liu Weimin y publica Xinhua.
China opina que todas las partes deben implementar activamente el consenso alcanzado en 2010 sobre la reforma de contribuciones del FMI, para resolver de raíz la escasez de financiamiento, dijo Liu en una conferencia de prensa habitual.
Durante una conversación telefónica el miércoles con la canciller federal alemana Angela Merkel, el primer ministro de China Wen Jiabao dijo que su país colaborará con el FMI y con otras importantes agencias financieras internacionales.
Por su parte, el portavoz de la Cancillería chino afirmó: “Deseamos discutir diversos planes de financiamiento para el FMI con miembros del FMI, en una forma franca y positiva”.
AFP
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