martes, 11 de diciembre de 2012

Conozca cómo será el 2013 para las materias primas


El 2013 comenzaría con una desaceleración del crecimiento global hasta junio del próximo ejercicio y probablemente comenzará a notarse en las materias primas industriales (paladio, platino, cobre, aluminio, etc…), pese a que las inyecciones de liquidez provistas por los bancos centrales seguirán como apoyo de los precios.

Sin embrago, el gran enigma para los mercados el próximo año será la trayectoria de la crisis de la eurozona, dado que una escalada desembocaría en una nueva ola de aversión al riesgo, que sin duda afectaría negativamente a los commodities.


Aunque los metales son propensos a sufrir en estas circunstancias, se espera que el oro, abanderado de los metales preciosos, se beneficie gracias al impulso que recibirá por factores de riesgo dominantes entre los que destaca la política monetaria (tasas de interés bajas y amplia liquidez) y el riesgo sistémico (que magnifica el atractivo del oro como activo refugio). Pero el factor que podría limitar la concentración de inversiones en el metal dorado es la evolución del dólar, ya que la aversión al riesgo también apoyaría al billete verde como moneda refugio e inversión segura.

En el mercado energético prevalece la idea de que el petróleo oscilará en torno a los niveles actuales, excepto si rebrotan los riesgos geopolíticos y las tensiones en la región de Oriente Medio. ANZ Banking Group espera que los precios se mantengan altos hasta 2013 apoyados en una combinación de problemas de suministro y mayor demanda.

El lado de la demanda se verá favorecido por las medidas de estímulo adicionales en los EE.UU., así como por el repunte estacional del cuarto trimestre, temporada de mayor consumo de combustible de calefacción.


Según la previsión del banco australiano, la demanda de petróleo crecerá en promedio 1,8% en 2013, procediendo el 2,5% de los EE.UU. y el 5,9% de China, en contraste con el estancamiento del consumo en Europa. Asimismo, también se anticipa la disminución del diferencial entre el Brent y el West Texas Intermediate (WTI) por la pérdida de cuota de mercado del crudo europeo en el Golfo de México a los crecientes suministros domésticos en los EE.UU. y una mayor producción de líquidos no convencionales en Canadá.



En la segunda mitad de 2013 debería observarse una aceleración del ciclo económico tanto en los EE.UU. como en China; y aunque Europa se quedará atrás, podría apreciar una ligera aceleración. Si la crisis del euro ve cierto grado de progreso, y las tasas de interés comienzan a estabilizarse, esto debería ser positivo para los productos industriales.

Por otra parte, la reasignación de fondos para la inversión en activos de riesgo como consecuencia de una mayor confianza en el mercado tendría un impacto neutro sobre el oro, que pierde su atractivo como activo refugio, pero se beneficia de un dólar potencialmente más débil (resultado de la conmutación de inversiones a monedas de mayor riesgo).

De acuerdo con el estratega de Commodities de Pictet Wealth Management, aunque a corto plazo los indicadores de demanda sugieren un repunte de los precios de las materias primas básicas para fin de año, probablemente será de corta duración. En ese sentido, el mejor punto de partida será la primera mitad del próximo año, momento en que se dará un punto de inflexión en el mercado.

En cuanto a los metales preciosos, pese a que la mayoría de los expertos coincide en que aún no se ha visto el final de los programas de relajación cuantitativa, algunos apuestan a que la escalada de precios será limitada. Tal es el caso de BNP Paribas, que recientemente rebajó el precio objetivo del oro en 2013 a 1,865 dólares por onza en comparación con los 1,900 dólares previstos en septiembre, añadiendo que el repunte del oro dependerá de la mejora del desempeño de las tres mayores economías del mundo.

María Coronatti
Sala de Inversión.



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