El primer movimiento real en las negociaciones sobre el 'abismo' fiscal estadounidense comenzaron el domingo, con el líder de los republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, acercándose a las demandas clave del presidente Barack Obama en su intento de evitar alzas impositivas y recortes de gastos que entrarán en vigor el 31 de diciembre a menos que intervenga el Congreso.
Pero las nuevas posiciones de Boehner, sobre las tasas impositivas y la cantidad total de nuevos ingresos que sería incluida en un acuerdo de reducción de déficit, aún están muy lejos de las defendidas por Obama.
Y ambas partes todavía tienen que avanzar en temas difíciles como las prestaciones, con los republicanos buscando mucho más de lo que los demócratas puedan tolerar en recortes a Medicaid y Medicare, los programas de salud del Gobierno para los pobres y ancianos.
Fuentes familiarizadas con las conversaciones entre Obama y Boehner confirmaron que Boehner propuso ampliar las rebajas impositivas para todos los que ganan menos de un millón de dólares al año, y que las tasas se elevarían para los salarios por encima de ese nivel. Obama quiere que se fije un umbral en 250,000 dólares.
Bajo la ley actual, la tasa impositiva máxima del 35% caducará el 1 de enero y automáticamente pasaría al 39.6% -- donde se ubicaba durante el gobierno del presidente Bill Clinton--.
Boehner también ha aumentado a un billón de dólares la cifra de ingresos totales, en comparación con la cifra de Obama de 1.4 billones de dólares. El balance de un plan de reducción del déficit a 10 años vendría de recortes de gastos.
La Casa Blanca no ha aceptado las propuestas de Boehner.
La oferta de Boehner de aceptar un aumento de la tasa impositiva para los estadounidenses más ricos derriba un obstáculo clave republicano para un acuerdo que resuelva el 'abismo' fiscal.
Ahora la cuestión se reduce a lo que el presidente Barack Obama ofrece a cambio. Estas importantes preguntas, aún sin respuesta cerca del final del año sugieren, sin embargo, que ningún acuerdo de gasto y fiscal es inminente.
Con poco más de dos semanas antes del abismo fiscal de 600,000 millones de dólares en aumentos de impuestos y recortes de gastos que se activarán automáticamente, amenazando con una nueva recesión, hay poco tiempo para elaborar un acuerdo global que satisfaga tanto los demócratas como los republicanos.
Hasta que la última oferta republicana, Boehner había insistido en extender todas las tasas de rebajas impositivas de la era del presidente George W. Bush. Un coro creciente de ejecutivos empresariales también habían instado a los republicanos a aceptar esto.
Algunos legisladores y asesores del Congreso había predicho que los republicanos, una vez que las negociaciones serias comenzaran, podría tratar de elevar el umbral de 250,000 dólares, entre 500,000 y un millón de dólares.
También se especula que los republicanos, si se le obliga a un alza en las tasas de impuestos sobre los grupos de ingresos más altos, podría buscar un incremento menor, en torno a un 37%.
Aunque la Casa Blanca no ha aceptado la oferta de Boehner, esta podría alejar las negociaciones de las posiciones ideológicas más cerradas.
"Boehner ha aceptado la premisa de tasas más altas. Así que ahora sólo estamos discutiendo sobre los detalles. Creo que es un paso importante", dijo Greg Valliere, estratega jefe político de Potomac Research Group.
Reuters
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