Wall Street consiguió cerrar hoy la primera sesión de la semana con leves ganancias pese al anuncio de dimisión del jefe del Gobierno italiano, Mario Monti, que abrió una etapa de incertidumbre política en ese país y que llevó al repunte de su prima de riesgo y a la caída de la bolsa de Milán.
En una de sus sesiones más estáticas de los últimos meses debido a la ausencia de datos macroeconómicos en EE.UU., el Dow Jones se anotó una leve subida del 0,11 % ó 14,75 puntos para cerrar en las 13.169,88 unidades, con la que encadenó cuatro jornadas consecutivas de avances.
Mientras, el selectivo S&P 500 subió un 0,03 % y el índice compuesto del mercado Nasdaq, un 0,3 %, este último pese a que Apple (-0,64 %) prosiguió la espiral bajista que ha sufrido en las últimas semanas, en esta ocasión después de que la analista Jefferies rebajara el precio al que prevé que lleguen a cotizarse sus acciones.
Sin embargo, fue precisamente el avance del sector tecnológico, que ganó en su conjunto un 0,35 %, el que presionó al alza a Wall Street, y en concreto Hewlett-Packard, que lideró el terreno positivo del Dow Jones (2,55 %) tras rumorearse que el famoso inversor Carl Icahn estudia hacerse con parte de la firma.
Gracias al empuje tecnológico, el parqué neoyorquino se deshizo de las pérdidas que había registrado en los primeros minutos de las contrataciones, contagiado por la tendencia bajista que registraban las bolsas europeas tras el inesperado anuncio de Monti del pasado sábado.
Monti anunció entonces su dimisión irrevocable una vez que se apruebe la Ley de Presupuestos después de comprobar en el Parlamento que no contaba con el apoyo en la votación de dos cuestiones de confianza del partido Pueblo de la Libertad (PDL), del ex primer ministro Silvio Berlusconi.
El anuncio, que supone la salida de un tecnócrata que ha sabido calmar a los mercados cuando habían depositado sus preocupaciones en Italia, fue respondido con una caída del 2,2 % en la bolsa de Milán y un fuerte repunte de la prima de riesgo, que llegó a alcanzar los 360 puntos básicos, si bien cerró finalmente en 351 puntos.
La futura dimisión de Monti podría producirse el 25 de diciembre, cuando previsiblemente se ratificarán los presupuestos y, posteriormente, se disolverán las Cámaras y se convocarán elecciones generales para mediados de febrero, lo cual abre una etapa de incertidumbre política que los mercados han visto con miedo.
En cualquier caso, y puede que en parte gracias a las modestas ganancias de Wall Street, el impacto del anuncio fue más limitado de lo previsto en las bolsas europeas, puesto que Madrid finalmente cedió un 0,56 %, al tiempo que París, Londres y Fráncfort se anotaron ligeros avances.
Desde el ámbito nacional, los inversores neoyorquinos volvieron a estar pendientes del estancamiento en las negociaciones entre republicanos y demócratas del Congreso para alcanzar un pacto sobre el déficit que evite el "precipicio fiscal", que implica subidas de impuestos a todos los estadounidenses y masivos recortes del gasto.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, reiteró hoy en su discurso en una fábrica de automóviles a las afueras de Detroit (Michigan) la necesidad de subir los impuestos a los más ricos como medida para evitar ese temido escenario, aunque sus palabras no tuvieron gran repercusión sobre los mercados.
Desde el ámbito empresarial la protagonista fue la aseguradora AIG, que bajó el 2,26 % un día en que anunció la venta del 90 % de su división de alquiler de aviones a un consorcio chino por casi 4.800 millones de dólares, un paso más en su plan de deshacerse de activos no esenciales tras su rescate durante la crisis de 2008.
Además, tras el cierre de la sesión se conocía que el Tesoro estadounidense venderá la participación con la que todavía cuenta de AIG, un total de más de 234 millones de acciones comunes.
En otros mercados destacó el petróleo de Texas, que encadenó su quinta jornada consecutiva de descensos al perder el 0,43 % y cerrar en los 85,56 dólares por barril.
EFE
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