lunes, 24 de junio de 2013

Conozca cómo utilizar los principios de diversificación entre monedas

El dólar se ha convertido en una especie de refugio para los inversores de América Latina, además de ser una referencia para realizar sus cálculos a la hora de encontrar un parámetro de poder adquisitivo de largo plazo que le sirva de moneda base.
Más allá de esto, lo más importante es saber cómo construir, seguir y revisar un portafolio de inversiones.
Siempre existe una parte de la cartera que se denomina táctica que pretende sacar provecho de movimientos a corto plazo con la flexibilidad que le pueda permitir la coyuntura. Pero para el largo plazo, lo más importante es estar posicionado estructuralmente conforme al perfil de riesgo/rendimiento de cada uno.
En la estrategia de largo plazo de quien diversifica sus posiciones entre distintas clases de activos, no puede faltar el análisis de la moneda en la que se invierte. Para esto, existen otros dólares, no sólo el estadounidense, y otras divisas duras, sobre todo las de países desarrollados que poseen mejores perspectivas macroeconómicas.
El armado de una cartera se hace en base a detectar las necesidades específicas de cada persona, pero nunca tiene que descuidar los principios de diversificación. Para ésto, hay que tomar en cuenta dentro de cada clase de activos qué tan lejos se puede ir en la clasificación de las inversiones, para poder mejorar la relación riesgo/retorno. Dicho de otra manera, en qué regiones o clase de países se permitirá colocar el dinero, en qué moneda, con qué calificación.
A mayor aversión al riesgo, mayor será la cantidad de renta fija que uno debería incorporar, por lo que la política de inversiones deberá hacer mucho foco en qué moneda invertir. Esto se debe a que muchas veces los cupones que pueda pagar un título en una divisa exótica se evaporan con la depreciación de la que uno se encuentra invertido si se mide el rendimiento en una moneda dura.
Es crucial poder determinar la evolución futura de los tipos de cambio, ya que el dólar estadounidense irá dejando a futuro de ser la divisa predominante como hoy en el mundo de las inversiones, lo que aumenta la obligación de encontrar cuáles serán las ganadoras a mediano plazo.
Diversificar con monedas de países desarrollados
Se pueden encontrar beneficios a mediano plazo operando con CFDs, invirtiendo en algunas monedas de países desarrollados atadas a los commodities, como ser el dólar australiano, al dólar canadiense y la corona noruega.
Estas son claramente tres alternativas para diversificar la cartera en divisas, pero lo que las une es que se encuentran atadas en forma indirecta a las materias primas.
La de Australia, está vinculada a los metales preciosos y no preciosos (industriales). La noruega, más bien al petróleo, y la canadiense, a un mix de los dos.
La mejora en las economías de esos países en los primeros años de la última crisis financiera ha permitido que se aprecien sus monedas en relación al dólar estadounidense, país cuya recuperación se ha puesto seguidas veces en tela de juicio.

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