lunes, 24 de junio de 2013

¿Por qué Brasil?

¿Por qué Brasil es importante para el resto de Latinoamérica? Lo que sucede en el gigante sudamericano puede impactar en toda la región. Ya en este blog hemos hablado de los problemas que aún enfrenta esta economía que tanto ha mejorado en términos sociales en los últimos años. Su comportamiento ha servido como guía para otros vecinos. Pero también su comercio y sus inversiones impactan a su alrededor. Es la sexta economía del mundo, ha ganado poder geopolítico en los últimos años. Es el principal mercado de la región, aunque para su acceso impone restricciones. El ritmo de su evolución económica afecta o beneficia más a unos que otros países latinoamericanos. Para algunos de ellos resulta un socio comercial clave y para otros, insignificante.

Son tiempos en que la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Chile y Perú) miran hacia Asia. Pero no solo esos países. En Mercosur (Brasil, Argentina, Venezuela, Uruguay y Paraguay) también hay buenos socios comerciales de China. Son tiempos en que Latinoamérica mira con cierta preocupación que EE UU y la Unión Europea comiencen a negociar un tratado de libre comercio (TLC) que puede dejar a un lado de esos mercados a países que carecen de acuerdos con ellos. También son horas en que la superpotencia negocia una Asociación Transpacífica (TPP, según sus siglas en inglés), que incluiría también a Australia, Brunéi, Chile, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam, Canadá y México. Pero no hay que perder de vista el comercio intrarregional, y en especial a Brasil, que no solo le compra materias primas a sus vecinos sino también bienes industriales.
México, segunda economía de la región, está negociando con Brasil una ampliación del acuerdo comercial que mantienen entre sí. De este asunto nos ocuparemos en los próximos días. Por lo pronto, México tiene en Brasil a su sexto socio comercial, detrás de EE UU, Canadá, España, China y Colombia. Claro que solo el 1,5% de los bienes mexicanos exportados acaba en el gigante sudamericano.
Argentina tiene en su socio de Mercosur el principal destino de sus exportaciones, por encima de China y Chile. A Brasil envía el 20,8% de sus productos exportados, y lo más notable es que el gigante sudamericano le compra sobre todo manufacturas. Dentro de esos bienes industriales sobresalen los coches, que junto con el azúcar son los únicos dos artículos excluidos de la liberalización comercial de Mercosur. Claro que en los últimos años han aparecido barreras a otros bienes dentro de la unión aduanera. Esta semana, el ministro de Desarrollo de Brasil, Fernando Pimentel, visitó a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en Buenos Aires para resolver disputas sobre la renovación del actual acuerdo automotor entre ambos países y las barreras comerciales argentinas contra productos brasileños. En el ámbito de los coches, Argentina quiere postergar una vez más la liberalización de los intercambios que estaba prevista para 2006 y hasta ahora está fijada para 2014 y además pretende que estén ensamblados con más piezas locales.
Bolivia, que ha iniciado el proceso para incorporarse a Mercosur, tiene en Brasil a su principal comprador de productos, por encima de Argentina y EE UU. Bolivia destina el 31,4% de sus exportaciones al gigante sudamericano. Sobre todo le vende gas, clave para el funcionamiento de la industria del estado de São Paulo. Bolivia reviste la condición de asociado a Mercosur y como tal mantiene un TLC con este bloque.
Chile también está asociado a Mercosur y Brasil es el quinto destino de sus exportaciones (5,7% del total), por detrás de China, EE UU, Japón y Corea del Sur. Además de cobre, Brasil también le compra salmón y cajas de cambio para coches.
Colombia es otro asociado al bloque del Atlántico, aunque, a diferencia de Chile, sus presidentes no suelen asistir casi nunca a sus cumbres. Brasil es el undécimo comprador de bienes colombianos (2,1% del total), por debajo de EE UU, China, España, Venezuela y Panamá, entre otros.
Ecuador acaba de iniciar los trámites para incorporarse a Mercosur, al que ya está asociado. Quizás a partir de entonces mejore su comercio con Brasil, que ocupa el vigésimo puesto entre sus compradores (allí va el 0,5% de sus exportaciones). Los principales clientes de bienes ecuatorianos, entre los que sobresale el petróleo, son EE UU, Chile, Perú, Colombia y Venezuela.
Paraguay le vende a Brasil la energía que generan juntos en la presa de Itaipú, la segunda más grande del mundo. Paraguay usa una porción ínfima de su mitad de la electricidad y la vende a su vecino, con lo que se convierte en uno de los principales exportadores eléctricos del mundo. Brasil es así su principal socio comercial, que compra el 39,1% de sus envíos al exterior. Solo después aparecen Rusia, que adquiere carne paraguaya, y Argentina, que también le compra electricidad.
Brasil es el décimo socio comercial de Perú, país asociado a Mercosur. Allí va el 3% de las exportaciones peruanas, dominadas por los minerales. China, EE UU, Suiza, Canadá y Japón son los mercados más importantes para Perú. No obstante, el Gobierno de Ollanta Humala está interesado en estrechar más lazos con el de Dilma Rousseff, y prueba de ello fue la reciente visita del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva al vecino con el que comparte parte de la Amazonia.
Uruguay tiene en Brasil su primer socio comercial, por delante de China y Argentina. Allí liquida el 19,3% de sus exportaciones. Las autoridades del Gobierno de José Mujica afirman que los conflictos por barreras brasileñas a sus productos se han superado, a diferencia de las que sigue aplicando el Ejecutivo de Cristina Fernández de Kirchner.
El quinto destino de las exportaciones de Venezuela es su vecino sureño. Allí va el 5,9% de las ventas externas del país de Nicolás Maduro, cuyos principales clientes son China, Colombia, Trinidad y Tobago y EE UU.
Costa Rica, que pronto se sumará a la Alianza del Pacífico, vende en Brasil apenas el 0,25% de sus exportaciones. El gigante sudamericano ocupa el puesto 34° entre su lista de compradores, que está encabezada por EE UU, Holanda, Panamá, Hong Kong y Nicaragua. No hay que olvidar que Costa Rica se distingue del resto de Latinoamérica porque buena parte de sus exportaciones están concentradas en productos tecnológicos desde que Intel se radicó en este país.
El Salvador solo coloca en Brasil únicamente el 0,1% de sus exportaciones, con lo que supone el trigésimo cliente del país centroamericano. Para El Salvador pesan sobre todo EE UU, Honduras, Guatemala, Nicaragua y Costa Rica. La mayoría de los países centroamericanos, a diferencia de los sudamericanos, no tiene a las materias primas como principal exportación sino los artículos textiles.
Guatemala, otro aspirante a la Alianza del Pacífico, tampoco vende mucho al socio mayor de Mercosur. Casi nada. Es el 48° destino de sus envíos al exterior (0,1% del total). Los clientes más importantes de los artículos guatemaltecos son EE UU, El Salvador, Honduras, México y Nicaragua.
Brasil es el 32° cliente de Honduras. Allí va el 0,2% de los bienes hondureños exportados. EE UU, Alemania, Bélgica, El Salvador y Guatemala son los principales compradores de ese país centroamericano.
Nicaragua apenas vende en el gigante sudamericano el 0,03% de sus exportaciones. Brasil es su cliente 42°. EE UU, México, Venezuela, Canadá y El Salvador son los principales compradores de productos nicaragüenses.
Brasil es el destino 59° de las ventas externas de Panamá, otro de los aspirantes a sumarse a la Alianza del Pacífico. Solo el 0,01% de las exportaciones panameñas acaban allí. Encuentran sus mejores puertos en EE UU, Canadá, Costa Rica, Holanda y Suecia.
República Dominicana destina al socio mayor de Mercosur el 0,1% de sus exportaciones. Es el cliente 46° en importancia. Para los dominicanos, los mercados más atractivos son EE UU, Haití, China, Guatemala y Holanda.
Pero Brasil no solo importa por su capacidad de compra sino por su rol en las inversiones.Por un lado, es el principal receptor de inversión extranjera directa (captó el 37,6% de lo que llegó a la región en 2012). Cuando muchos empresarios de fuera miran Latinoamérica, observan Brasil como referencia y termómetro para observar al resto. Por otra parte, este país es el que más invierte en el exterior de los de la región. En Argentina, en 2011 Brasil fue el segundo inversor extranjero, detrás de EE UU. En Colombia, en 2012 fue el cuarto, detrás del paraíso fiscal de Anguila, Panamá y Chile. Los paraísos fiscales y otras plazas con laxa tributación como Panamá suelen ser intermediarios de las inversiones chinas, que son, por tanto, difíciles de registrar en las estadísticas oficiales. En México, los capitales brasileños ocuparon el octavo puesto el año pasado, por detrás de los de EE UU, Japón y Canadá, entre otros. En Panamá fueron cuartos, tras EE UU, Colombia y Venezuela en 2011. En Paraguay, segundos, solo por debajo de la superpotencia, en 2012. En República Dominicana, también segundos, pero detrás de Canadá. En Uruguay, cuartos, tras Argentina, España y Holanda, en 2011.
Alejandro Rebosio.

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