La planificación financiera es una etapa fundamental para encarar un futuro sin los inconvenientes que trae la improvisación. El futuro de nuestros hijos y nietos es uno de los motivos por el cual es imprescindible saber como iniciarnos en esta tarea pre-jubilatoria.
Si bien la planificación financiera puede hacerse por varias razones, en diferentes etapas de la vida, por lo general el objetivo es alcanzar y mantener la seguridad financiera de la familia.
Minimizar impuestos, mejorar el retorno de las inversiones, proteger lo logrado, asegurar un adecuado ingreso durante el retiro, minimizar los costos de herencia a los beneficiarios y lograr la tranquilidad de conciencia de que existe un plan que se está implementando.
El planeamiento financiero no es algo que se hace una sola vez en la vida, es un proceso continuo. Puede comenzar a cualquier edad y no se necesita ser rico para beneficiarse del plan. Cualquiera está mejor con un plan que sin el plan.
Para comenzar, se necesita establecer metas a lograr y el tiempo en que deben lograrse. Estas deben ser específicas y realistas de acuerdo con los ingresos, edad y cualquier otra condición relevante.
Conseguir y elaborar toda la información necesaria. Luego se necesita registrar ingresos y gastos hasta tener un registro anual. Establecer una lista de bienes y deudas. Anualmente actualizar el valor patrimonio neto obtenido por diferencia entre bienes y deudas.
Establecidos claramente los ingresos y gastos el paso siguiente es armar un presupuesto. La razón del presupuesto es conocer la relación de ingresos con gastos y el detalle de los gastos como paso previo para comenzar a ahorrar. Si el primer ejercicio no arroja grandes resultados, a no desalentarse, el segundo será sin duda mejor.
Estudiar los impuestos para saber si pueden reducirse y luego analizar las deudas y buscar la manera de consolidarlas a una menor tasa de interés. El presupuesto muestra en que se gasta el dinero y permite evaluar si vale la pena mantener/eliminar algunos de los gastos o invertir ese dinero para conseguir las metas.
Con las finanzas en orden es mas fácil ahorrar e invertir para el futuro. Luego re-examinar periódicamente las metas y monitorear los progresos. Adaptar periódicamente las metas en la medida en que las condiciones cambien. Y no olvidar que las acciones involucran el planeamiento de una solución financiera sólida y una rutina de ahorro e inversión.
Nunca es tarde para empezar a planificar nuestras finanzas de cara al futuro, pero también debe tenerse en cuenta que nunca es demasiado temprano para hacerlo...
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