El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quiere firmar a finales de mayo próximo una ley para la reforma financiera, y eso no supone un objetivo "poco realista", dijo hoy el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs.
La reforma financiera, que consistió en otra promesa electoral de Obama en 2008, ya fue aprobada en la Cámara de Representantes y por el Comité de la Banca del Senado, sin sufrir enmiendas. Una vez que reciba el visto bueno del pleno del Senado, las dos versiones tendrán que ser armonizadas en un solo texto mediante un proceso bicameral y votadas de forma definitiva.
Gibbs enfatizó la urgencia de esta reforma para evitar que resurjan las condiciones que permitieron el colapso de Wall Street hace dos años.
Agregó que el presidente "esbozará el plan que él cree que pondrá en marcha las reglas en la mejor manera posible, que asegure una agencia de protección financiera de los consumidores fuerte e independiente y que provea el tipo de claridad" que necesitan los estadounidenses para "juzgar la reforma financiera".
El pasado 22 de marzo, el Comité de la Banca del Senado aprobó, sin ningún apoyo republicano y sin ninguna enmienda de la oposición, una extensa reforma del sistema financiero, lo que dio el pistoletazo de partida para su eventual debate y votación en el pleno de la cámara alta.
Entre otros elementos, la medida da a la Reserva Federal más poderes para regular las actividades de las empresas financieras más grandes del país y crea una oficina de protección de los consumidores. Esa dependencia, que operará dentro de la Reserva Federal, tendrá autoridad para asegurar que los usuarios reciban "información clara y precisa" cuando soliciten préstamos hipotecarios, tarjetas de crédito y otros productos financieros.
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