miércoles, 2 de junio de 2010

Conozca algunas de las falsas creencias que le impiden ahorrar

Seguramente se habrá preguntado cuál es el misterio por el cual, por ejemplo, dos personas con idénticos ingresos y aptitudes pueden desarrollar niveles de vida muy dispares. Más allá de los prejuicios y las suspicacias que abundan y a menudo pueden ser corroborados (negocios turbios, plata mal habida, por un lado o dilapidación, gastos excesivos, etc., por el otro), lo que sin duda produce esa diferencia es el destino de los ingresos percibidos.


Porque obtener riqueza e incrementarla es mucho más sencillo y entretenido de lo que se cree habitualmente. Su secreto, que en verdad no es tal, puede resumirse en una antigua y conocidísima frase: El ahorro es la base de la fortuna.

Las razones que se esgrimen para no ahorrar son innumerables y a veces fundamentadas en prejuicios y falsas creencias. De acuerdo con expertos, los motivos que encabezan el ranking, son:

1. Creo que el dinero es malo: basándose en algunos malos ejemplos, se olvidan que sin más ayuda que su propia capacidad de trabajo y su talento nuestros ancestros lograron forjar pequeñas, medianas e incluso grandes fortunas.

2. No me interesa planificar el futuro: Quienes no ahorran y deciden “vivir al día”, ejercen su derecho al libre albedrío, pero deben saber que están desperdiciando la posibilidad de alcanzar lo que quieren, cuando obtenerlo sería muy sencillo

3. Me resulta muy difícil tomar decisiones: el remedio es sencillo: adquirir conocimientos básicos (lo que no significa estudiar Economía, ni mucho menos) y asesorarse con expertos que minimizarán los riesgos y maximizarán los resultados.

4. No tengo confianza en los asesores financieros: la manera de resolver el problema es sencilla y se basa en el aprendizaje de algunas cuestiones teóricas y saber cuál es el perfil deseado de un asesor y cuáles producen alarma a la hora de elegirlo.

5. Las cuestiones financieras son demasiado complicadas: esta falsa creencia se soluciona con la técnica CIM: conocimiento, inteligencia y, sobre todo, método.

6. Estoy muy ocupado ganando dinero: está enraizada en un prejuicio sumamente peligroso que supone que basta con generar riqueza para que esta se mantenga y se incremente. Lamentablemente esta idea es absolutamente falsa.

7. No me sobra dinero después de pagar las cuentas: Esta afirmación se basa en el prejuicio de que el monto del ahorro debe ser importante desde el comienzo y descarta de plano la idea de que se pueda establecer una suma pequeña, pero constante, que sumada e invertida se transforme en una mucho mayor.

Cada una de las excusas puede parecer válida pero al sumarlas se consigue una tasa equivalente a cero, cuyo resultado, obvio, da cero. Y a pesar de esto... la mayoría de la gente decide no hacer nada. Y entonces se advierte con asombro: que todos los días, millones de personas desperdician un poco de su futuro económico.

Si bien el ahorro es condición necesaria para generar riqueza e incrementarla, no es suficiente. La inversión también juega su rol. Pero hay que dar el primer paso, que fue, es y será el ahorro.

Realizado por la firma Aristimuño Herrera & Asociados.
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