viernes, 8 de abril de 2011

España detiene, por ahora, el efecto dominó

Una exitosa subasta de bonos sugiere que los mercados no creen que necesitará un rescate

El pedido de Portugal de un rescate a la Unión Europea hasta ahora no ha alterado a España, que pudo vender bonos sin problemas el jueves.

En lo que representa un marcado cambio frente al año pasado, cuando los rescates financieros de Grecia e Irlanda sacudieron a toda la periferia de la zona euro, la estabilidad de los costos crediticios de España sugiere que actualmente los mercados no creen que el país será la próxima pieza de dominó en caer.

En una subasta seguida de cerca el jueves, el gobierno español vendió 4.130 millones de euros (US$5.920 millones) en bonos a tres años, ofreciendo un interés de alrededor de 3,57%. Analistas indicaron que la subasta fue buena para el país. El resultado "confirma que no hay señales de que un contagio se extienda a España en este momento", escribió en una nota de investigación Chiara Cremonesi, analista de mercado de bonos del banco Unicredit en Londres.

España es por lejos el mayor de los países endeudados de la periferia de la zona euro que ha sentido la presión de los mercados financieros durante el último año. Su capacidad de continuar pidiendo préstamos en los mercados a precios accesibles es la prueba crucial de si la eurozona está teniendo éxito en contener la crisis de deuda que ya ha obligado a Grecia, Irlanda y Portugal a solicitar rescates internacionales

La subasta del jueves fue la señal más reciente de que la confianza en las finanzas de España se está estabilizando. El país ha logrado progresos constantes a la hora de reducir un gran déficit presupuestario y enfrentar los efectos del estallido de la burbuja inmobiliaria. Los esfuerzos del gobierno por recapitalizar los bancos afectados por la crisis de bienes raíces son incompletos, pero muchos economistas afirman que el país está en el camino correcto. La decisión de los líderes de la UE el mes pasado de incrementar los fondos de respaldo financiero para países de la zona euro también ayudó a mejorar la confianza de los inversionistas en España.

De todos modos, las autoridades en Madrid confían en que no necesitarán la red de seguridad. La ministra de Economía española, Elena Salgado, dijo a la estación de radio Cadena Ser que "está absolutamente descartado" que los costos crediticios para España puedan dispararse como lo hicieron los de Portugal este año, un suceso que llevó al gobierno luso a pedir préstamos de rescate el miércoles.

El rendimiento de los bonos soberanos de España a 10 años —un indicador clave del riesgo de inversión percibido— ha caído levemente desde un máximo de 5,45% a principios de enero a 5,24% el jueves, mientras que los retornos de títulos equivalentes de Grecia, Irlanda y Portugal han seguido subiendo.

"El ánimo respecto a España es mucho más positivo y a menos que recibamos noticias realmente malas del mercado inmobiliario español y (los bancos) españoles, prevemos que este sea el comienzo del fin de la crisis de deuda europea", indicó Frank Oland Hansen, economista de Danske Markets.

Sin embargo, otros analistas indicaron que España aún podría sucumbir a la crisis si no mantiene sus recientes progresos en reparar sus finanzas públicas y su sistema bancario. Los pronósticos de crecimiento económico que sustentan los planes presupuestarios del gobierno son ampliamente considerados como demasiado optimistas, mientras que la estimación del banco central de un déficit de capital de 15.150 millones de euros en los bancos del país se considera demasiado pequeña.

España tenía un déficit presupuestario mayor, un crecimiento menor y un desempleo más alto que los de Portugal en 2010. Sin embargo, el gobierno español tiene una deuda pública total mucho menor que la de su vecino y su economía en general depende menos de los préstamos extranjeros que la de Portugal.

Los inversionistas internacionales últimamente confían más en que España logrará poner en orden sus problemáticos bancos de ahorro, conocidos como cajas, después de que Madrid estableciera un plazo en septiembre próximo para que las entidades cumplan con nuevos niveles de capital mínimos. Los bancos españoles se sumaron a un alza de las acciones del sector en toda Europa el jueves.

Los problemas de Portugal, no obstante, son un potencial dolor de cabeza para algunos bancos españoles que tienen un amplio negocio de préstamos en ese país.

Por Jonathan House y Marcus Walker.
WALL STREET JOURNAL DE LAS AMÉRICAS

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