Los precios de las materias primas cayeron el jueves, encabezados por el mayor descenso porcentual del petróleo en más de dos años, lo que revierte una larga racha alcista que ensombrecía la recuperación de los países desarrollados y amenazaba con sobrecalentar a las economías emergentes.
Si los precios de los commodities siguen descendiendo, se aliviará la presión sobre las empresas que afrontan un alza en sus costos de producción y sobre los consumidores que deben pagar más por el combustible y los alimentos. Una baja prolongada, sin embargo, pondría en alerta a las economías latinoamericanas, que se han beneficiado del auge en los precios de generadores clave de ingresos como el crudo, la soya y el cobre.
Los inversionistas y analistas, sin embargo, advirtieron que el apetito global de recursos naturales sigue siendo grande, lo cual probablemente frenará una caída pronunciada y prolongada en los precios de las materias primas.
El petróleo cayó 8,6% el jueves a US$99,8 el barril, el cierre más bajo desde mediados de marzo. El cobre, otro barómetro económico que es seguido de cerca, cedió 3% por segundo día consecutivo. El algodón y el azúcar también descendieron, continuando la trayectoria negativa de las últimas jornadas.
La oleada de ventas se propagó a las acciones, que hasta el jueves se habían mantenido al margen del descenso en los precios de las materias primas. El Promedio Industrial Dow Jones perdió 139,41 puntos, 1,1%, para ubicarse en 12.584,17 unidades, lo que se sumó a una caída de dos días que es la peor en casi dos meses.
Los 10 sectores de S&P 500 terminaron en territorio negativo, y las acciones de energía y materiales estuvieron entre las más castigadas. Exxon Mobil bajó 2,6%, al igual que Alcoa, mientras que Chevron descendió 2%. Durante unos 15 minutos en la última hora de operaciones, las acciones se derrumbaron, y el Dow Jones llegó a perder más de 200 puntos en cierto momento.
"Es una liquidación en masa. Creo que los fondos de cobertura se asustaron y todos buscan la puerta de salida en este momento", indicó Frank Cholly, estratega senior de mercado de Lind-Waldock. "Parece ser contagioso".
Después de las ventas generalizadas, los inversionistas se preparaban para el informe oficial de empleo en Estados Unidos que será divulgado hoy viernes, que podría sacudir aún más a los mercados.
"Vemos que los fondos y los especuladores miran sus balances y quieren remover el riesgo de los commodities", manifestó Keith Flury, analista agrícola de Rabobank en Londres.
El dólar, mientras tanto, se recuperó de una larga caída y subió 2% contra el euro tras los comentarios del presidente el Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, que fueron interpretados como una señal de que el BCE no contempla una segunda alza de tasas en junio. Un dólar más fuerte suele perjudicar a los commodities, que se transan en la divisa estadounidense, al encarecerlos para los compradores de países que no usan esa moneda.
El descenso en los precios de las materias primas reduce la presión sobre las empresas y sobre los consumidores que aún sufren las consecuencias de un desempleo alto en las economías desarrolladas. Las solicitudes de beneficios por desempleo aumentaron la semana pasada en EE.UU. y alcanzaron su nivel más alto desde mediados de 2010, según datos del Departamento de Trabajo.
Eso, a su vez, disminuye la probabilidad de que la Reserva Federal eleve las tasas de interés. Numerosos analistas no prevén que la Fed inicie un ciclo de ajuste monetario hasta 2012, como mínimo, por temor a ahogar la incipiente recuperación económica.
Los precios del crudo en Nueva York han caído durante cuatro días consecutivos en el mercado de futuros y acumulan un descenso de 12,4% esta semana.
De todos modos, pese a los recientes retrocesos, commodities como el petróleo, el cobre, el algodón y el trigo siguen siendo mucho más caros que hace un año, lo que limita cualquier efecto beneficioso sobre los fabricantes y sus clientes.
Las caídas del jueves son parte de una racha negativa que se ha prolongado por una semana en el mercado de la plata, que se aceleró el jueves con una baja de 8%. El viernes pasado, la plata registraba un alza de 161% en los últimos doce meses, pero el metal perdió un cuarto de su valor en apenas cuatro días.
El súbito cambio de tendencia de la plata fue la chispa que encendió los temores de los inversionistas de que los precios de los commodities habían subido demasiado en muy poco tiempo y se habían desacoplado de los fundamentos de la oferta y la demanda.
Por Liam Pleven
WSJ.
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