viernes, 19 de abril de 2013

Patrón Oro


Oro y libertad económica son inseparables … el patrón oro es un instrumento del laissez faire … y cada uno de ellos implica y requiere al otro.

Qué instrumento de cambio será aceptable para todos los participantes de una economía no es algo que se determine arbitrariamente. … Cuando las consideraciones de depósito de valor son importantes, como en las sociedades más ricas y civilizadas, el instrumento de cambio ha de ser un bien duradero, normalmente un metal.

Normalmente se escoge un metal porque es homogéneo y divisible: cada unidad es idéntica a cualquier otra, y puede ser mezclado o moldeado en cualquier cantidad. Las joyas preciosas, por ejemplo, no son ni homogéneas ni divisibles. 

Más importante aún, el bien escogido como instrumento debe ser un bien de lujo. Los deseos humanos para lujos son ilimitados y, por los tanto, siempre hay demanda para bienes de lujo y siempre serán aceptables.

El término “bien de lujo” implica escasez y un alto valor unitario. Al tener un alto valor unitario, ese bien es fácilmente transportable; por ejemplo, una onza de oro (alrededor de 28,35 gramos) vale lo mismo que media tonelada de lingotes de hierro.

Bajo el patrón oro, un sistema bancario libre se erige como el protector de la estabilidad de la economía y del crecimiento equilibrado.

Cuando el oro es aceptado como medio de intercambio por la mayoría o todas las naciones, un patrón oro internacional libre y sin restricciones sirve para impulsar una división del trabajo a escala mundial y promueve el máximo crecimiento del comercio internacional.

Bajo el patrón oro, la cantidad de crédito que puede financiar una economía está determinada por los activos tangibles de la misma, ya que cada instrumento de crédito es en última instancia un derecho de cobro sobre un activo real.

El abandono del patrón oro hizo posible que los estatistas utilizaran el sistema bancario como instrumento para una expansión ilimitada del crédito.

En ausencia del patrón oro, no hay forma de proteger los ahorros de la confiscación a través de la inflación. No hay ningún depósito de valor seguro. Si lo hubiera, el gobierno tendría que hacer ilegal su posesión, como se hizo en el caso del oro.

La política financiera del estado del bienestar requiere que no haya ninguna forma por la que los propietarios de riqueza puedan protegerse.

Este es el vergonzoso secreto de los ataques de los estatistas contra el oro. El déficit público es sencillamente un ardid para ocultar la confiscación de la riqueza. El oro es un obstáculo para este insidioso proceso, colocándose como protector de los derechos de propiedad. Si uno entiende esto, no tendrá dificultad en comprender la razón del antagonismo que los estatistas le tienen al oro.

Allan Greespan
Oro y Libertad Económica

No hay comentarios: