Tras varias sesiones de ganancias, Wall Street se tomó hoy un descanso y decidió recoger beneficios, lo que llevó a un descenso en el Dow Jones del 0,17 %, en medio de los temores sobre un inminente fin de la política de estímulo económico en Estados Unidos.
La semana no había registrado un balance negativo en sus tres primeras jornadas, pero a la cuarta, esta vez, fue la vencida y los inversores de Wall Street decidieron que había llegado el momento de pararse y saborear la cosecha, incluido el selectivo S&P 500, que acabó con una racha alcista de siete días consecutivos.
El índice de referencia, el Dow Jones, restó 25,96 puntos hasta 15.300,64 unidades,mientras que el selectivo S&P 500 descendió el 0,34 %, y el Nasdaq también se abonaba al rojo, con una bajada del 0,24 %.
Esta pausa se vio interrumpida por algunas preocupaciones, casi todas ellas relacionadas con la incertidumbre del futuro del plan monetario en EEUU.
La semana próxima se va a celebrar el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal y allí quizá se dé la noticia que no quieren oír los inversores: que el banco central estadounidense iniciará la reducción del estímulo monetario a la economía estadounidense, de 85.000 millones de dólares mensuales.
Los datos favorables en la economía estadounidense, desde hace meses, arrastran esa contrapartida. Si todo mejora, las consecuencias en la bolsa son inversamente proporcionales.
Hoy se conoció que la cifra semanal de solicitudes de subsidio por desempleo en EEUU decreció en 31.000 y se situó la semana pasada en 292.000, el nivel más bajo desde 2006. Y eso, en el lenguaje de Wall Street, aumenta el miedo a que el Gobierno reduzca esas ayudas que disparan las cotizaciones de bolsa.
Por eso los analistas del Departamento de Trabajo buscaron una interpretación muy prosaica a estos datos positivos para no dar la voz de alarma. Y es que la mayor parte de la caída se debió no a una mejora del mercado laboral, sino a que dos estados están cambiando sus sistemas informáticos y no procesaron a tiempo todas las peticiones.
Sea como fuere, la bolsa se tiñó de rojo. El más encendido era el de el banco JPMorgan Chase, rozando los dos puntos porcentuales, seguido del grupo informático HP, que se prepara para sus salida del Dow Jones con más pérdidas, hoy en concreto de un 1,39 %.
Disney se contagiaba, en cambio, del espíritu de superación de sus cuentos de hadas y, tras el descalabro reflejado en su últimos resultados empresariales, hoy lideraba la tabla sumando un 2,42 % tras anunciar un programa de recompra de acciones por valor de entre 6.000 y 8.000 millones de dólares.
Verizon, con una subida del 1,78 % y AT&T, ganando un 1,19 %, completaron el podioy, por debajo de ellas, ninguna subida fue por encima del punto porcentual.
Reuters.
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