La economía de China creció un 7,6 por ciento en el segundo trimestre de 2012
respecto al año previo, su ritmo de expansión más bajo desde el primer trimestre
del 2009, confirmando las expectativas de una trayectoria descendente que deja
al crecimiento del año camino a su cifra más baja desde 1999.
La cifra del PIB dada a conocer el viernes, que estuvo en línea con un sondeo
de Reuters, marcó el sexto trimestre consecutivo de desaceleración del
crecimiento y dejó a los analistas estudiando una serie de datos que la
acompañaron para evaluar si el segundo trimestre es el final de la caída o sólo
una extensión del ciclo bajista.
El dato es clave para los inversores que no sólo enfrentan una desaceleración
en China, la segunda mayor economía mundial, sino una expansión débil en el
grupo BRIC de mayores economías emergentes -Brasil, Rusia, India y China- que
combina a los más grandes impulsores marginales del crecimiento global.
"Creo que el crecimiento de un 7,6 por ciento del PIB ya estaba considerado
por el mercado y en parte alivia algunas de las preocupaciones de que la
economía pudiese caer bajo el 7 por ciento", dijo Jiang Chao, analista de Guotai
Junan Securities en Shanghái.
"Pero la cifra está cerca de la alarmante línea del 7,5 por ciento fijada por
el Gobierno, lo que significa que Pekín intensificará sus esfuerzos por
flexibilizar más su política para fortalecer el crecimiento", agregó.
Otros datos entregados junto al PIB revelaron que la inversión en activos
fijos creció un 20,4 por ciento en el año hasta junio frente al 20,1 por ciento
previsto en un sondeo de Reuters.
En tanto, las ventas minoristas en junio subieron un 13,7 por ciento
interanual frente al 13,8 por ciento de mayo y la producción industrial se
expandió un 9,5 por ciento ante las expectativas de un 9,8 por ciento.
Las precios de las acciones en Asia y las divisas emergentes asiáticas
subieron levemente después de conocerse los datos.
MERCADOS TEMEN MAYOR DESACELERACION
Datos de inflación y comercio entregados anteriormente esta semana que
mostraron una rápida caída de los precios de los consumidores, deflación en los
precios de los productores y un crecimiento de las importaciones por debajo de
la mitad de la tasa que se esperaba en junio crearon un sentimiento bajista en
los mercados financieros.
Dos rebajas de los tipos de interés dentro de un mes, acompañados de medidas
para reducir los costos de los préstamos bancarios en un 30 por ciento ya habían
alimentado los temores de los inversores de que la economía de China se
estuviera acercando a una desaceleración más brusca a lo anticipado, poniendo en
riesgo la meta oficial de Pekín de un crecimiento del PIB de un 7,5 por ciento
anual.
Compañías de la menos tres continentes han culpado al lento crecimiento de
China por una baja en sus resultados.
Sólo esta semana, la marca de ropa británica Burberry reportó una caída del
crecimiento de sus ventas en China, el fabricante de procesadores
estadounidenses Advanced Micro Devices advirtió de decepcionantes ingresos en el
segundo trimestre debido a menores ventas en China y Europa.
La aerolínea China South Airlines dijo que su ganancia de la primera mitad
del año probablemente caería por un crecimiento doméstico menor.
Los economistas siguen divididos sobre cuándo la economía de China tocará el
fondo del ciclo actual, muchos se preparan para rebajar sus estimaciones para
todo el año que, según el más reciente sondeo de Reuters en abril, prevén un
crecimiento de un 8,4 por ciento en 2012.
El Banco de Desarrollo Asiático redujo sus expectativas de crecimiento anual
para China a un 8,2 por ciento en 2012, en nuevas proyecciones publicadas el
jueves, un recorte respecto al 8,5 por ciento que había calculado en abril.
Reuters
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