En la trastienda de Merrill Lynch, ahora parte de Bank of America, ha
comenzado a circular un memorando donde se recomienda a sus clientes más
acaudalados que comiencen a reposicionar sus carteras para un cambio geopolítico
fundamental.
Según adelanta el Financial Times, haciendo referencia al memorando, durante
gran parte del siglo 20, el mundo ha estado dominado por el Grupo de los Siete
(G-7) países más ricos. Sin embargo, durante la crisis financiera de 2007 y
2008, se hizo evidente la caída del dominio occidental y la fuerza se trasladó
del G-7 al G-20, que incluye economías emergentes como China.
Sin embargo, el G-20 también comienza a mostrar señales de flaqueza, por lo
que el mundo está atrapado en un limbo de miedo. China y otras potencias
emergentes se resisten a asumir un papel de liderazgo mientras el poderío
occidental está disminuyendo. El resultado es que nos encontramos con un
inestable "G-cero" mundial, según el término usado por Ian Bremmer, consultor
político.
En este contexto, Merrill Lynch trata de aclarar a sus clientes la forma de
responder a estos acontecimientos y recomienda no ser presa del pánico y
esconder el dinero bajo el colchón. Así, por ejemplo, se sugiere invertir el
dinero en las empresas, no los gobiernos, ya que los primeros son más
confiables, transparentes y cuentan con un crecimiento orientado.
También se hace un llamamiento a replantear la distinción binaria entre
países "desarrollados" y "mercados emergentes". En las economías en desarrollo
se incluyen algunos países, como Ghana e Indonesia, que pueden prosperar por
razones estructurales, pero también se incluyen otros que no lo harán tan
bien.
Además se recomienda la compra de ETFs como forma para protegerse contra la
inflación y las subidas de impuestos que impondrán los gobiernos desesperados.
Merrill Lynch advierte que es hora de abandonar la idea de que los bonos del
Tesoro de EEUU son una clase de activos especial y "libre de riesgo", algo que
ya no tiene sentido en el mundo G-cero. De ahi su interés por la deuda soberana
de Australia o bonos bancarios de Singapur.
Merrill Lynch señala que a día de hoy no hay ningún bloque dominante o de
pode mundial. Aquí, en EEUU, los políticos todavía citan el sueño americano,
pero la entidad deja claro hoy nadie considera factible que los líderes de EEUU
estén capacitados para formar un "comité para salvar al mundo". En el caso de la
zona del euro, indica Merrill, la política no está siendo impulsada por una
visión positiva o una misión, sino por el terror del colapso.
eleconomista.es
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