Como si del sonido embriagador de la flauta de un encantador de serpientes se tratara, las palabras de Ben Bernanke reiterando la necesidad de los estímulos en el corto plazo levantaron hoy a Wall Street hasta conquistar nuevos máximos históricos.
La política monetaria expansiva para "el futuro inmediato es necesaria" y "no habrá una subida automática de los tipos de interés cuando el desempleo alcance el 6,5 %" eran las frases mágicas con las que el presidente de la Reserva Federal estadounidense hacía salivar a los inversores neoyorquinos.
Las ganancias de un punto porcentual casi no se hacían esperar en los primeros compases de la sesión y se iban afianzando a medida que avanzaba esta jornada histórica en Wall Street, que acabó con una avalancha de titulares disponibles para la prensa económica.
"Máximo histórico del Dow Jones de Industriales" volvía a ser hoy el título de muchas informaciones después de que el índice de referencia del parqué neoyorquino subiera el 1,11 % ó 169,26 puntos y terminase en las 15.460,92 unidades, el mayor nivel de cierre desde su creación hace 128 años.
El selectivo S&P 500 no quiso ser menos que su hermano mayor y, tras subir el 1,36 %, fijó en las 1.675,02 unidades su nueva marca histórica. El índice compuesto del mercado Nasdaq volvió a quedar relegado a un segundo plano a pesar de que su avance del 1,63 % le permitió repetir a niveles desconocidos en doce años.
El encantamiento de Bernanke, que significa que, por ahora, quedan a salvo los 85.000 millones de dólares mensuales que inyecta la Fed en el sistema, logró que los inversores ignorasen completamente un dato que en otras circunstancias podría haber descalabrado el día: el aumento de las solicitudes de subsidio por desempleo hasta su nivel más alto en dos meses.
La política monetaria expansiva para "el futuro inmediato es necesaria" y "no habrá una subida automática de los tipos de interés cuando el desempleo alcance el 6,5 %" eran las frases mágicas con las que el presidente de la Reserva Federal estadounidense hacía salivar a los inversores neoyorquinos.
Las ganancias de un punto porcentual casi no se hacían esperar en los primeros compases de la sesión y se iban afianzando a medida que avanzaba esta jornada histórica en Wall Street, que acabó con una avalancha de titulares disponibles para la prensa económica.
"Máximo histórico del Dow Jones de Industriales" volvía a ser hoy el título de muchas informaciones después de que el índice de referencia del parqué neoyorquino subiera el 1,11 % ó 169,26 puntos y terminase en las 15.460,92 unidades, el mayor nivel de cierre desde su creación hace 128 años.
El selectivo S&P 500 no quiso ser menos que su hermano mayor y, tras subir el 1,36 %, fijó en las 1.675,02 unidades su nueva marca histórica. El índice compuesto del mercado Nasdaq volvió a quedar relegado a un segundo plano a pesar de que su avance del 1,63 % le permitió repetir a niveles desconocidos en doce años.
El encantamiento de Bernanke, que significa que, por ahora, quedan a salvo los 85.000 millones de dólares mensuales que inyecta la Fed en el sistema, logró que los inversores ignorasen completamente un dato que en otras circunstancias podría haber descalabrado el día: el aumento de las solicitudes de subsidio por desempleo hasta su nivel más alto en dos meses.
Pero mañana Wall Street tendrá que despertar del hechizo de Bernanke para analizar fríamente los resultados de dos de los mayores bancos del país, JPMorgan Chase y Wells Fargo , las primeras entidades financieras en presentar sus cuentas del segundo trimestre.
EFE
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