jueves, 27 de octubre de 2011

Unión Europea le rebaja la mitad de la deuda a Grecia

Dirigentes políticos y los mercados saludaron este jueves el acuerdo concluido con gran dificultad en Bruselas para un plan anticrisis destinado a salvar la zona euro, que contempla una quita de 50 por ciento de la deuda griega y un fondo de ayuda de hasta un billón de euros.

En el detalle, los europeos lograron pasar un punto de bloqueo central para su sistema de defensa frente a la crisis que desestabiliza la moneda única desde hace dos años: la quita de una parte de la deuda griega de los bancos acreedores.

Según el acuerdo los banqueros deben aceptar una quita voluntaria del 50% de la deuda que detentaban en ese país, es decir 100.000 millones de euros de una deuda pública total de 350.000 millones de euros (162% del PIB).

Atenas recibirá además nuevos préstamos de Europa y del Fondo Monetario Internacional (FMI) por 100.000 millones de euros de aquí a fin de 2014, en el marco de un programa que reemplaza el de 109.000 millones de euros, decidido en julio.

Sarkozy, Merkel y la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, tuvieron que intervenir durante la noche para alcanzar un compromiso con los bancos cuando las discusiones no avanzaban.

El 21 de julio se logró un primer acuerdo con los bancos para reducir 21 por ciento de la deuda que tienen en Grecia. Pero esto ya no es suficiente y el país está estrangulado financieramente. Por ello los esfuerzos desde hace varias semanas para llegar mucho más lejos.

Alemania ejerció una intensa presión, exigiendo un esfuerzo mucho más importante, superior a 50% y amenazando a los bancos de obligarlos a hacerlo si fuese necesario. Francia y el Banco Central Europeo (BCE) se habían opuesto por temor a un efecto dominó en toda Europa.

A cambio del esfuerzo pedido al sector bancario, la Eurozona se comprometió a inyectar el capital necesario en la banca para amortiguar el impacto por las pérdidas. La Autoridad Bancaria Europea (ABE) calculó que los bancos europeos necesitan 106.000 millones de euros para recapitalizarse.

Los países que más inyección de capital necesitan son Grecia (30.000 millones), España (26.161 millones) e Italia (14.770 millones).

No obstante, los mercados estiman que las necesidades de los bancos son muy superiores y el FMI se refirió a 200.000 millones de euros. Europa además previó un mecanismo complejo y ambicioso para rescatar a las economías comunitarias amenazadas. Para ello decidió aumentar la capacidad del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) hasta un billón de euros, que le servirían si tuviera que rescatar a un país de la dimensión de Italia (tercera economía de la Eurozona).

El fondo de rescate europeo estaba dotado de 440.000 millones de euros, pero ya había prestado a países como Grecia, Portugal e Irlanda.

Para reforzar el FEEF se prevén utilizar dos mecanismos en forma combinada, dijo una fuente europea. El primero prevé que el fondo garantice entre un 20 por ciento y un 30 por ciento de eventuales pérdidas en los títulos de deuda emitidos por países miembros de la zona euro, con el fin de impulsar a los inversionistas a comprar deuda de economías fragilizadas.

El segundo sería crear uno o varios vectores para ofrecer esta deuda a inversores privados e incluso a países emergentes desbordantes de divisas como China o Rusia. El tema es sin embargo políticamente muy sensible y es imposible cifrarlo.

China y Rusia dieron a conocer su interés y el jefe de Estado francés, Nicolas Sarkozy, debe entrevistarse sobre el tema este jueves con su homólogo chino Hu Jintao.

Japón también prometió este jueves su ayuda ya que "una Europa estable es del interés de nuestro país", según su ministro de Finanzas, Jun Azumi.

Finalmente la zona euro también cuenta con la continuación de la política de apoyo del BCE, que actualmente mantiene a flote a Italia y España comprando su deuda pública en los mercados para evitar que las tasas de intereses de las obligaciones suban demasiado.

Los dirigentes europeos aseguraron además medidas para reformar la gobernanza económica.

Este jueves se dio un primer paso en ese sentido con el anuncio, del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Duaro Barroso, de crear un "super-comisario del euro" ampliando las funciones de Olli Rehn, comisario a cargo de los Asuntos Económicos y Monetarios.

Este nombramiento podría anticipar, a más largo plazo, la creación de un ministro de Finanzas de la zona euro.

AFP

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